Nos han hecho creer en los últimos meses que el maltrato por parte de los servidores públicos se debe tolerar, ¡como si no fuera que gracias a nosotros ellos reciben sus salarios! Uno de los detonantes para darnos cuenta del maltrato por parte de la clase política hacia el pueblo fue cuando el exvicepresidente Gérman Vargas Lleras, haciendo alusión a su mal genio y pésimo carácter, maltrató a uno de sus escoltas. Al darse cuenta del error y para continuar su carrera hacia la presidencia, tuvo que ofrecer disculpas en público. Sin embargo, ¿acaso una disculpa es suficiente como para no sancionar a un personaje que tiene a sus espaldas la representación de un país? Cada quien sacará sus conclusiones.
Además, a este hecho en vez de dársele un castigo ejemplar se le dio fue reconocimiento, pues los medios de comunicación y la misma clase política casi felicitan al agresor por su acto. Al pasar de los días empezamos a ver más agresiones hacia el pueblo de parte de senadores, concejales y hasta alcaldes. Recordemos a los congresitas, María Fernanda Cabal y Alfredo Ramos Maya, quienes muy envalentonados con sus escoltas gritaban ‘‘estudien vagos, lean historia’’ en plena plaza de Bolívar.
Un caso al que no se le dio mayor trascendencia fue el de la agresión del concejal de Manizales, Andrés González Sierra a un joven el pasado 1 de abril, mientras se celebraba la marcha convocada por el Centro democrático. El concejal Andrés González, muy molesto porque un par de jóvenes que denunciaban la corrupción de los convocantes de la marcha, agredió físicamente a uno de ellos, sin darse cuenta que fue grabado por varios asistentes.
Pero el problema no paro ahí, el señor González fue denunciado ante la Procuraduría y ante el concejo de Manizales, con el fin de que se tomaran las medidas disciplinarias correspondientes por su comportamiento. Lo que es indignante en este caso, es que al parecer en la política, estos actos no son vistos como graves sino más bien son vistos como algo cotidiano y sin importancia, pues el presidente del Concejo de Manizales, Víctor Hugo Cortés informó a un diario local, que la sanción al concejal no pasaría de un simple llamado de atención.
Por su parte, el concejal Andrés González, muy al estilo Vargas Lleras, filmó un vídeo con el joven afectado, en el cual le ofrece disculpas y rechaza los actos de violencia. Lo que no tiene en cuenta esté concejal, es que ese acto de nobleza de ofrecer perdón, no lo excluye de responsabilidad y que con su agresión vulneró el artículo 37 de la constitución “Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente. Sólo la ley podrá establecer de manera expresa los casos en los cuales se podrá limitar el ejercicio de este derecho.”
Mientras la Procuraduría y el Concejo de Manizales definen la suerte del concejal González, sería bueno que los colombianos rechazaramos estos actos de violencia y exijamos a las autoridades competentes, que interpongan sanciones ejemplares para no legitimar la cultura del coscorrón; pues ya es hora de que los políticos dejen de vernos como un grupo que debe rendirles tributo y que ellos tomen conciencia de que son servidores públicos y por tanto deben servir al pueblo más no maltratarlo.
@BalceroNicolas