Durante sus dos pasos por la Alcaldía de Bogotá a finales de los 90 y comienzos de los 2000, el matemático Antanas Mockus se dedicó a impulsar campañas de cultura ciudadana, puesto que uno de los principales pilares de su administración era la pedagogía. Muchas de ellas estaban basadas en el respeto y tenían como centro la movilidad, pero también hizo mucho énfasis en la defensa del recurso natural más importante para el ser humano, el agua.
En 1995, cuando recién empezaba su primera Alcaldía, se dieron dos derrumbes que cerraron la salida de agua de la represa de Chingaza. Ante esto, Mockus les pidió a los ciudadanos que ahorraran, ya que se podían presentar problemas de abastecimiento. Y logró el objetivo. Posteriormente, realizó decenas de sesiones didácticas para fomentar el ahorro e incluso después de salir del Palacio del Liévano continuó mencionando de vez en cuando la importancia de esta práctica.
Sin embargo, la lección fue olvidada rápidamente y dos décadas después, Colombia es el país con más consumo per cápita de agua según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).
En 2021, último año del que se tiene información, los colombianos consumieron en promedio 1.988 litros de agua en el año, para lo cual se tuvieron en cuenta tanto el consumo privado para higiene personal, lavandería, descarga de inodoros y lavaplatos como el consumo industrial, sacando de la ecuación a las centrales hidroeléctricas.
Colombia superó ligeramente a Perú, país con un consumo per cápita de 1.682 litros, pero duplicó y hasta triplicó a todos los demás países de la lista, tales como Grecia (947), México (697), Costa Rica (668), Australia (631) o España (622). El promedio de la Ocde fue de 738 litros.
Una estimación de la Global Water Partnership (GWP) indicó que un tercio de los recursos hídricos del mundo están en Sudamérica, siendo Colombia, Brasil y Perú las naciones con mayor acceso; sin embargo, como quedó demostrado, sus consumos son elevados.
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