Dedicado a Don Rodrigo, amigo y cliente que me compra siempre los libros con tanto cariño.
“Quizás este mundo sea el infierno de otro planeta” Aldous Huxley
Después de leer 'La cuadra', de Gilmer Mesa, queda una profunda ofuscación espiritual; es un relato de pesimismo antropológico. Pero a su vez uno queda muy agradecido con el autor, con ganas inmensas de abrazarlo, y darle las gracias de frente.
El escritor nos lleva a la Medellín de los años ochenta del siglo pasado, en el sector de Aranjuez, comuna 4 de la ciudad. Mesa nos habla de la banda criminal Los Priscos, el brazo armado más poderoso del cartel de Medellín y de Pablo Escobar, y nos cuenta cómo los sueños de toda una generación fueron borrados y truncados por parte del crimen organizado, que hasta el día de hoy sigue llenando de sangre, dolor y muerte a toda Colombia.
Yo nací y crecí en la comuna 2, llamada Santa cruz debajo de Aranjuez, y los personajes y escenas que recrea Gilmer Mesa en su libro son las mismas que sucedieron en mi comuna, barrio y cuadra, y lo mas seguro en toda la sociedad medellinense.
Personajes que Gilmer Mesa describe en su novela tales como Mambo, Kokorico o Cicle, abundaron (de pronto todavía los hay) en todas las lomas que conforman Medellín. Jóvenes que al mismo tiempo son víctimas y victimarios de un sistema completamente desigual, que no los comprende, no los escucha y por último los excluye como indeseables, es como si la vida no diera segundas oportunidades a estos jóvenes y la indiferencia de Dios y el mundo fuera algo más que natural.
Leer la obra es doloroso, porque es un ejercicio de mirarse al espejo y reconocer lo duro y monstruoso que fue nuestro pasado. Pero el testimonio del autor quedará como registro para las generaciones futuras de lo que fue está oscura época que hoy en día intentamos olvidar por vergüenza y temor, pero irremediablemente marca un momento clave en el desarrollo moral de la historia de Colombia.
Por otra parte, la mujer en la guerra sufre la peor parte, y es a su vez a la que menos se le presta atención. Las violaciones que muchas niñas y jóvenes sufrieron por parte de estas bandas en el llamado “revolión” es algo tan cruel y decadente que da un profundo asco de la putrefacción de lo humano, el dolor de las mujeres en la guerra es mucho más agudo, pero solo nos centramos en el de los hombres por ser los protagonistas del conflicto.
Por muchos años el autor (victima de este terrible conflicto) guardó en su cabeza todos estos episodios de los que fue testigo de primera mano, y el asesinato de su hermano mayor Alquivar hizo posible que este relato llegara a nuestras manos de primera fuente.
Una Medellín que a pesar de ser considerada hace algunos años la ciudad más innovadora del mundo, y a pesar de su gran desarrollo urbanístico y de transporte, muchos jóvenes se siguen matando en las aún marginadas comunas, y nos hacemos los de la vista gorda. La cuadra, una novela histórica siempre del presente.