En el 2008 Julián Román estaba en la cumbre de su popularidad. Su papel de Leo, el reguettonero sabrosón de Los reyes lo consagró como un inusual y deseado galán. Por eso la unión entre RCN y Canal 13 de Argentina sirvió para que Román se trasladara a Buenos Aires y se convirtiera en un colombiano romántico que quería enamorar a una argentina.
La idea no caló en la audiencia. Los niveles fueron tan bajos que salió del aire al finalizar su primera semana. Los otros 95 capítulos los pasaron en Argentina y Uruguay en donde, aunque no le fue mal, tampoco le alcanzó para ser un éxito. La anécdota patética de la serie es que la actriz Liliana Gonzáles subió 15 kilos para encarnar su papel. Todo para nada.
Ni este intento fallido derrumbó la carrera de Román, su profesión continuó en ascenso; pero tal vez fue la posición política la que sí le trajo más amores y odios, sus comentarios sin tapujos le han costado insultos y también contratos. En una conversación con Blu Radio afirmó que "Yo opino de política porque soy ciudadano, pago impuestos y siento la necesidad de hacerlo”, dijo. También reconoció que eso le ha traído algunas complicaciones: “Perdí un contrato de una campaña de motos (ser la imagen) porque según el concepto de la persona yo era subversivo y guerrillero”. A pesar de eso, son muchos otros colombianos y artistas que admiran su valentía, su postura frente al Paro Nacional y en otras realidades del país.
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