Hace unas semanas atrás, el alcalde de Sincelejo, el Dr Andrés Gómez Martínez, anunciaba sanciones contra los infractores de las normas de tránsito, pero solo refiriéndose, especialmente, al trasporte de menores y al sobrecupo en las motocicletas. De inmediato las voces de rechazo se hicieron sentir y manifestaban su inconformismo por la medida, por otra parte la policía y el mismo alcalde, mostraban la bondad de acabar con estas situaciones, hacían hincapié en que eran de tipo preventiva y que, antes que coartar la libre movilidad, protegía un bien superior como lo es la integridad de los pasajeros.
Sobre este aspecto, hay que decirlo, es plausible la medida anunciada por el alcalde, en cuanto busca disminuir la accidentalidad y el riesgo que tienen muchos menores al trasportarse en este tipo de vehículos. Pero dicha medida dejó al descubierto dos aspectos descuidados: uno fue no medir en el corto plazo las consecuencias y el impacto que tiene, debe entenderse que toda decisión siempre generará una consecuencia, cuando dicha consecuencia genera otro problema, esta debe preverse, en una correcta planeación y se debe tener una propuesta que mitigue dicho impacto, haciendo una evaluación, al mismo y un seguimiento a través de las herramientas adecuadas.
El otro y que más relevancia tiene es que nadie aporta una solución y todos terminan padeciendo el caos existente, siendo el status quo la mejor opción, por lo que de cualquier modo, resulta fácil manifestar el descontento, defender causas en apariencia desprotegidas, como es la del mototaxismo, pero a la hora de proponer soluciones, nadie dice nada y solo alimentan esperanzas vagas con discursos populistas. No se trata de satanizar a algunos y enaltecer a otros, se trata de por lo menos empezar con algo, dar el salto, como por ejemplo sentar a los actores viales, peatones, ciclistas, motociclistas, conductores de vehículos y trazar una hoja de ruta donde en contubernio con las autoridades administrativas del municipio, se tracen unas pautas de autorregulación, donde todos los actores viales sean veedores activos denunciando la trasgresión de las normas de tránsito, y una sanción social en principio, pero somos expertos en criticar y atacar, que en generar espacios que nos permitan avanzar.
Volviendo al tema inicial, es fácil enumerar y son palpables los problemas suscitados, entre ellos encontramos los siguientes:
- No existe un trasporte de calidad en el municipio de Sincelejo.
Si bien, hay unas rutas de busetas, estas rutas son las mismas de hace 20 años, son escasas, el sistema de trasporte no está actualizado, este debe apuntar a una mayor cobertura y mayor fluidez. En la actualidad, en algunos casos, un punto que puede estar cercano, es más demorado recorrerlo en buseta que de a pie, por ello muchas veces la gente asume el riesgo de trasportarse en moto siendo un trasporte asequible y rápido, descartando cualquier otra opción.
- El problema del mototaxismo no es exclusivo del municipio de Sincelejo.
No hace falta un censo para saber que quienes ejercen esta actividad no residen únicamente en Sincelejo, también los hay de municipios cercanos, basta con mirar al final de la jornada o los fines de semana, cuando la población de motociclistas disminuye ya que muchos se regresan a sus lugares de residencia. Es cierto que el desempleo galopante y las oportunidades que ofrecen muchos de estos municipios llevan a creer que una moto es garantía del “diario”, que la tarifa cobrada en Sincelejo es mayor que en donde residen, sin embargo se convierte en un problema en la ciudad, porque al aumentar la población durante el día, afecta la movilidad de, hace que la oferta de este servicio vea diezmadas las ganancias de los locales y muchos se quejan que a duras penas les alcanza para subsistir, los peatones muchas veces no pueden caminar libremente en muchas partes céntricas, entre otros problemas.
De la misma manera tenemos a la población corregimental del municipio de Sincelejo, en otras épocas estas zonas se caracterizaban por ser despensas agrícolas siendo esta su actividad principal, vemos en estos momentos que ven en el mototaxismo una salida fácil y un modo de vida, es aquí cuando uno se pregunta, donde está la política social para estas zonas, ¿qué planes tienen los gobiernos para que el mototaxismo no sea una opción de vida?, es cierto que no es posible solucionar todo y mas cuando se esta a inicios de los gobiernos locales, pero la respuesta no está solo en manos de los alcaldes, para eso hay un equipo que lo acompaña, como son sus secretarios de despacho quienes deben marcar la pauta y llevar propuestas que contrasten con la realidad y no sean utópicas, pero solo encontramos frases que la gente se cansa de oír, “estamos trabajando para poder solucionar este problema”, “estamos al frente de la situación y estamos analizando las diferentes soluciones”, “estamos en la consecución de recursos que permitan acabar con este flagelo”, todas son frases muy comunes que suelen decir quienes deben tomar decisiones, pero es una forma elegante de decir, no se hará nada o de dilatar.
- Se ha tomado el mototaxismo como iniciador del caos y no como agentes que merecen una solución.
Nadie se ha tomado en serio este problema, nadie escoge el mototaxismo por gusto, muchos llegan a ese oficio llevados por la falta de un ingreso que les permita subsistir, no obstante no se les ha dado un verdadero respaldo, los que dicen defenderlos, les inculcan que son perseguidos por un sistema que los ven como un negocio, en muchos casos posan de conspiradores y señalan un esquema, al mejor estilo de las mafias.
Podrían enumerarse muchos problemas que circularmente son de movilidad, pero tienen un trasfondo real y es el mototaxismo, se quieren crear eufemismos al momento de referirse a este tema para evitar presiones sociales y hasta electorales, pero en el fondo ellos son actores de la economía, de la movilidad y hasta de la seguridad ciudadana, pero ni siquiera se ha agotado la vía del dialogo, porque se ha invertido el tiempo en señalar y criticar sin solución visible, por lo tanto mas que sanción, merecen una solución.
