Ya han pasado varios meses desde que filósofos con su fraudulenta poética afirmaban ingenuamente el carácter “democrático” del virus.
Sin embargo, muchos desde el día uno supimos que no era así, ya que se notaba cómo a los gobernantes y funcionarios públicos, desde el más alto cargo al más ruin, la COVID-19 no les afectaba. Continuaron sus vidas sin cumplir con el uso del bozal, el distanciamiento social, los protocolos de bioseguridad y toda cuanta medida impusieron ni ellos mismos las han cumplido. Celebraron reuniones de amigos, cumpleaños, podían ir al supermercado en familia, obviamente podían salir y un largo etcétera.
Pero lo peor de todo no es que los que gobiernan y viven de nuestros impuestos no cumplan las reglas que ellos imponen a nosotros, el ganado gobernado, después de todo, siempre en la historia ha sido así, por lo cual, no es nada sorprendente. Salvo excepciones de mucha relevancia pública, sabemos que las leyes aplican a los ciudadanos particulares, no a la élite parasitaria del sector público.
Lo que, en cambio, sí me parece desastroso y extraordinario es notar cómo este virus brota, se manifiesta y se propaga en los pequeños negocios, en el sector informal, en las iglesias, autos y reuniones familiares, pero de repente se escabulle, se disipa y desvanece en las auténticas grandes aglomeraciones, centros comerciales, protestas y medios de transporte masivo.
¡Podemos estar ante uno de los mayores descubrimientos científicos de nuestro tiempo! ¿O ante el mayor fraude? No sé, ¿qué opinan?
En la mañana de hoy (24/06/2020) el portal de noticias CNN Español titulaba afirmando que una nueva investigación sugería que Las protestas de Black Lives Matter no han llevado a un incremento en los casos de coronavirus, increíble ¿no? El virus no se propaga en las protestas, vandalismos y saqueos, ¡ah!, pero tengan cuidado, porque según dicen otros, se propaga en los restaurantes, peluquerías, en el día de la madre y en el día del padre.
No es un virus demócrata, es un virus clasista, solo se abalanza contra los sectores más pobres y vulnerables de la sociedad. ¡Normalidad y apertura ya! Si hay algo peor que tener un virus es tener un gobierno.
