La propuesta de reestructuración de Colpensiones por la que ésta entidad le pagó a la oficina de Humberto de la Calle, en cabeza de su hijo José Manuel, más de $2000 millones, dejó a la cúpula de la entidad devengando, probablemente los mejores salarios del Estado. El trabajo fue encargado por Mauricio Oliveira, funcionario nombrado en ese cargo por Rafael Pardo, después de haber sido viceministro suyo en el primer equipo que conformó. Entre los vicepresidentes actuales Mauricio Oliveira tiene vinculada a su novia, Paula Cardona, abogada cuya experticia ha sido en el sector de salud, pues trabajó como funcionaria en distintas EPSs y en el Ministerio de Hacienda en ese mismo tema. Sin experiencia en el sector de pensiones se da por descontado que Cardona será elegida para ocupar uno de los seis cargos de vicepresidentes que con esta reestructuración quedarán formalizados.
El resultado de esta reestructuración propuesta por la oficina de De la Calle, es una entidad con una hiper remunerada cúpula directiva, un aumento de la planta de empleados en casi mil personas con el consecuente incremento en los gastos de funcionamiento, a costa de la reducción en gastos por contratación, con lo que se supone se comprometían a lograrla con un costo 0. Pero no es cierto. Los gastos de Colpensiones ya hoy están disparados: en el 2016 fueron $ 578 mil millones incluyendo gastos de inversión por $ 10 mil millones, para este año el presupuesto previsto presenta un incremento de 110 mil millones, subiendo a 20 mil millones la inversión.
Esta modificación a la estructura de Colpensiones, se le presentó ya completa al Ministro Lucho Garzón y este no la quiso firmar. Mauricio Oliveira al ver que el ministro, quien aceptaba el incremento de cargos directivos, con sus mejoras salariales, pero no el hecho de que todos ellos quedarían como trabajadores oficiales, prefirió no insistir y esperar el cambio de ministro para intentar conseguir la aprobación. Como en efecto sucedió.
Con la nueva estructura, que ya recibió la bendición del Ministerio de Hacienda, el actual Presidente de Colpensiones termina devengando $ 50 millones mensuales con los incrementos y prestaciones; indudablemente uno de los mejores salarios del Estado. Se crean 6 nuevas vicepresidencias, a los que les incrementan los sueldos. Las 11 vicepresidencias que ya existen pasan a ser gerencias y crean 4 cargos más, para un total de 15 gerentes, a las que les mantienen los ingresos de los vicepresidentes actuales. Pero hay algo más grave aún y es que las decisiones que se tomen quedan en cabeza de los terceros y cuartos niveles, liberando de responsabilidad al presidente y vicepresidente.Los sueldos de estos directivos oscilan entre 18, 20 y 22 millones que con las prestaciones llegan a 30, 33 y 35 millones respectivamente. Mucho más que el ingreso de un ministro.
Estos sueldos se fueron incrementando progresivamente en los seis años de existencia de Colpensiones porque desde que empezó en el 2011 se argumentó un sobre trabajo por cuenta del represamiento que se tradujo en reconocimientos sistemáticos a través de bonificaciones que pasaron a convertirse en parte del salario y prestaciones permanentes, aunque se supone que ya acabaron con él represamiento.
La reforma trae algo aún más complicado. Todos estos cargos directivos salvo el del Presidente se mantienen como trabajadores oficiales, es decir nadie es de libre nombramiento y remoción, lo cual significa que cualquier cambio arrastraría costosas indemnizaciones que arrancan con 45 días de salario por el primer año de antigüedad que va en aumento según el tiempo trabajado. Por ejemplo Mauricio Olivera al llegar cambio en su momento cuatro funcionarios de alto nivel en cuanto se tratan finalmente de personas de "Manejo y Confianza", movimientos que a futuro se vuelven imposibles de hacer o se reconozcan altísimas indemnizaciones.
Ademas de estos ajustes en estructura y salarios, una grupo temporal de 1000 contratistas nombrados para afrontar el represamiento de pensiones que llegaba del liquidado Seguro social, pasan a convertirse en planta permanente, desconociendo los avances tecnológicos que se le han realizado a la entidad, en los que se ha invertido importantes recursos y que se supone debería derivar en mayor eficiencia con menos personal.
La planta de Colpensiones, pasó a tener 2400 funcionarios, el doble de la que tenía el ISS para administrar "pensiones", incluidos los contratistas. Cuando arrancó en el 2011 eran 920.000 pensionados, hoy son 1.300.000 los pensionados de Colpensiones.
La ministra Clara López tampoco estaba totalmente convencida con esta reestructuración que implica un descomunal presupuesto, Más en un momento en el que el gobierno insiste en mensajes de austeridad y tramitó una polémica reforma tributaria para cubrir los huecos fiscales. Finalmente la Ministra accedió a firmar el decreto que ya fue suscrito por el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas, al que le falta solo el último paso en el trámite, la Secretaría jurídica de Presidencia, para pasar a la rúbrica presidencial.