Fotografía y vídeos: https://hfps.gov.co / https://www.cauca.gov.co/ / David Luna / Camila Valencia Henao / Archivo Proclama del Cauca y Valle / Textos: Alfonso J Luna Geller
Una obra que inicialmente había sido programada para 11 meses, y que comenzó su ejecución en septiembre de 2017, completará 64 meses si se cumple el último plazo que le concedieron al consorcio contratista-constructor: el 17 de febrero de 2023. Pero entregada la infraestructura, iniciará un nuevo proyecto: la dotación de los equipos de laboratorio y biomédicos necesarios para el funcionamiento del hospital regional de mediana complejidad, ubicado en Santander de Quilichao.
Esa es la situación actual del centro asistencial denominado Hospital Francisco de Paula Santander, que hace muchos años perdió su capacidad operativa y funcional, porque fue diseñado para atender una población de 20 mil habitantes, en su época, y que hoy tiene una demanda de más de 460 mil personas.
La historia
La edificación donde funciona actualmente inició operaciones en abril de 1940, cuando fue aprobado un Acuerdo Municipal que adoptó los estatutos y el reglamento interno del “Hospital de Caridad Francisco de Paula Santander”.
Fue en 1966 cuando la institución se transformó en dependencia del Servicio de Salud del Cauca, con la construcción de un nuevo pabellón para pensionados y sala de cirugía. Nueve años después, en 1975, la institución fue reconocida como Hospital regional; y 20 años más tarde, en 1995, se transformó en Empresa Social del Estado (E.S.E.).
Obviamente, en el transcurso de los años, el hospital fue adaptando su infraestructura física, adecuando equipos, creando nuevos servicios y contratando personal calificado para atender la demanda que año por año se fue incrementado, hasta llegar casi al colapso.
Entonces, desde comienzos del presente siglo las autoridades administrativas locales comenzaron a trabajar en diseños y en la búsqueda de financiación para reconstruir la institución con las especificaciones técnicas adecuadas. El norte del Cauca requería nuevo hospital de mediana complejidad que asumiera las necesidades actuales, para lo cual debería contar con nuevos servicios ambulatorios, ampliación de los servicios de urgencias, servicios de laboratorio, servicio de imagenología, farmacia, hospitalización, servicio quirúrgico obstétrico, consultorios de medicina especializada, y servicios de apoyo terapéutico y diagnóstico, entre otros.
La eternidad, los costos y sobrecostos
Desde mediados del siglo pasado, en el año 1955, gracias a la benevolencia de los señores Guillermo Holguín R. y Eduardo Holguín R, el lote donde funciona el Coliseo de Ferias fue donado para construir en él la nueva infraestructura hospitalaria del Francisco de Paula Santander, que venían reclamando con urgencia los trece municipios de la región: Santander de Quilichao (114.832 habitantes, según el DANE), Caloto (30.216), Corinto (31.872), Miranda (32.082), Toribío (36.694), Jambaló (18.568), Caldono (41.770), Villa Rica (21.328), Puerto Tejada (41.793), Padilla (9.992), Guachené (20.020), Suárez (32.526) y Buenos Aires (32.049).
En consecuencia, diferentes administraciones municipales comenzaron a planificar la construcción del nuevo hospital en el lote adjudicado para tal fin.
Juan José Fernández Mera, alcalde municipal 2008-2011, y Luis Gabriel Rojas Vélez, jefe de la oficina de planeación de Santander de Quilichao, realizaron los primeros estudios y estructuraron el proyecto con suficientes razones técnicas ambientales, de salubridad, de riesgos naturales, criterios médico-arquitectónicos, topográficos, estructurales y constructivos, que fueron debidamente aprobados por el Ministerio de Salud. Faltaba el proceso de ejecución.
Al fin se vio concretada la posible solución financiera de las necesidades acumuladas, con el Contrato Plan Norte del Cauca, que comenzó a implementarse el 19 de enero de 2013, con la suscripción del Acuerdo Estratégico entre el presidente de la república Juan Manuel Santos Calderón, el gobernador del Cauca Temístocles Ortega Narváez y los 13 alcaldes del norte del Cauca, con una inversión superior a los $622 mil millones de pesos y que contempló la construcción del hospital regional como una prioridad.
Pero antes de iniciar la ejecución de las obras proyectadas, en el mes de mayo de 2013, el alcalde Luis Eduardo Grijalba Muñoz (2012 – 2015), argumentando que no era posible ejecutar las obras en el lote donado al municipio, denominado Coliseo de Ferias, presentó un proyecto de acuerdo por medio del cual pretendió permutar ese predio, por una propiedad rural de la familia Betancourt Suárez. Hubo audiencia pública para debatir el nuevo proyecto, que causó definitiva polarización en la opinión pública local, y en el Concejo Municipal. En junio, el ingeniero Grijalba Muñoz tuvo que renunciar al negocio y retirar el proyecto de acuerdo.
Pero Grijalba Muñoz no desistió de una transacción con la familia Betancourt Suárez, que ofreció un nuevo lote ubicado sobre la carrera 13 (Vía Panamericana) entre la escuela José Edmundo Sandoval y la Universidad del Valle (Campus Carvajal).
El 24 de enero de 2014 firmó la escritura de compra del lote de 21.071 metros cuadrados por $1.474’970.000, logrando autorización, por Acuerdo Municipal, para adquirir un cupo de crédito con destino a la compra. También obtuvo el concepto técnico de la Secretaría Departamental de Salud en el sentido de que cumplía con los requisitos exigidos por las normas legales que rigen estos asuntos.
Llegó el año 2015 sin el inicio de obras, porque fue necesario realizar nuevos diseños arquitectónicos y estudios estructurales sobre el nuevo lote, en los que se invirtieron otros $400 millones. Esta documentación pasó al Ministerio de Salud para su viabilidad, licitación y posterior inicio de las obras.
Al fin, dos años después, el 24 de febrero de 2017 el Ministerio de Salud y Protección Social acreditó la viabilidad técnica para la construcción de la nueva planta física del HFPS con el Contrato específico N°2162980 022 – Contrato Plan- que se había firmado el 23 de diciembre de 2016 entre MINSALUD, FONADE y el Departamento del Cauca.
El ministro de Salud, Alejandro Gaviria, validó formalmente en Santander de Quilichao, el cierre financiero, el nuevo proyecto técnico arquitectónico y la disponibilidad del lote para la construcción del nuevo hospital en presencia del gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo Hurtado; el alcalde Álvaro Mendoza Bermúdez, la secretaria de Salud de Cauca, Lucy Amparo Guzmán González; entre otros personajes.
Los últimos cinco años
Proyecto Hospital Regional Santander de Quilichao – 2017
El Ministerio de Salud y Protección Social suscribió el Contrato Específico 858 el 23 de diciembre 2016 derivado del Contrato Plan de la Nación con la Región Norte del Cauca (Contrato Especifico No. 022-2162980). Enseguida se realizó la licitación correspondiente a la que se presentaron dos proponentes: Consorcio Hospitalario, representante legal José Rodrigo Astaiza Gallego y el Consorcio Infrasalud Cauca, representante legal Fernando José Castro Spadaffora.
El 10 de agosto de 2017 se suscribió entre el Departamento del Cauca (gobernador Óscar Rodrigo Campo Hurtado) y el Consorcio Infrasalud Cauca el contrato de obra No. 1201- 2017 por $33.054.086.090. Se suscribió el acta de inicio el día 8 de septiembre de 2017.
Hubo optimismo generalizado porque más de 460.000 habitantes esperaban recibir el 31 de julio de 2018, esta obra por tantos años esperada. Pero llegaron las frustraciones, una tras otra, hasta el día de hoy, cinco años después, cuando las comunidades del norte del Cauca siguen preguntándose ¿qué pasó? ¿Por qué seguimos padeciendo el paseo de la muerte?: todos los días salen las ambulancias en emergencia desde de las antiguas instalaciones del hospital con pacientes moribundos que los mandan a buscar ayuda en las ciudades de Cali o Popayán o donde los reciban, porque aún no existe en Santander de Quilichao ni en las otras poblaciones del norte del Cauca atención oportuna de mediana complejidad.
Ciudadanos Fernando Holguín Solarte y Rodrigo Medina Abella
Ante el riesgo vital al que diariamente está expuesta la población nortecaucana, tuvimos que consultar al gerente del proyecto, ingeniero Fabio Portocarrero Perea, y la exsecretaria de Infraestructura del Departamento del Cauca, ingeniera Martha Cecilia Ordoñez, para que nos ayudaran a buscar respuestas a las inquietudes públicas. Lo comprobable es que la gestión realizada en los últimos cinco años, sobre todo, no tiene ninguna relación con las necesidades humanas, sino con los asuntos económicos, burocráticos y tecnocráticos que se tramitan en torno a contratos, adiciones y prórrogas, ingeniería, arquitectura, electricidad, etc. Por tanto, el interés de la sociedad afectada no es motivante, ocupa un segundo plano, si acaso.
Retrasos que se volvieron “cultura”
Si nos atenemos al significado del concepto “cultura” como el conjunto de ideas no especializadas, tradiciones y costumbres arraigadas que caracterizan a un pueblo, a una clase social, a una época, al ejercicio de las ocupaciones públicas, el permanente retraso y la falta de planeación en la ejecución de las obras públicas, en este caso, del HFPS son eso: “cultura”.
El contrato inicial ha sufrido 45 modificaciones, cuatro suspensiones (que suman 11 meses) y nueve prórrogas, más las que ojalá falten hasta el 13 de febrero de 2023, cuando, al fin, nos dejen estrenar las prendas de inauguración que tenemos listas desde el 2017.
La primera suspensión fue el 27 de octubre de 2017, por situaciones inesperadas que se encontraron en el sitio: la necesidad de trasladar una red de media tensión (tres meses: del 27 de octubre al 29 enero de 2018).
La primera prórroga, el 14 de marzo de 2018, se concedió por 60 días más. Se inyectaron nuevos recursos el 30 de abril de 2018: $952’348.901, también por novedades por el cambio de lote: para realizar las modificaciones a la cimentación y chequeo estructural. Luego, se les prorrogó el plazo hasta el 31 de mayo de 2019.
El día del vencimiento del plazo (31 de mayo 2019), se adicionaron más recursos: $3.686.809.766, porque el Consorcio, ya actuando como nuevo contratista el señor Antonio Domínguez González, presentó solicitud de restablecimiento de equilibrio financiero, según ellos, derivado de las suspensiones y prorrogas del contrato, además, se les amplió nuevamente el plazo hasta el 31 de diciembre de 2019, porque la ESE HFPS no tenía el ajuste al diseño arquitectónico de fachada, carpintería metálica y los planos de cortes.
El 2 de julio de 2019 se suspendieron las obras hasta el 15 de octubre de 2019, por la necesidad de definir el punto de cota de entrega al colector principal de EMQUILICHAO. Se amplió otra vez el plazo hasta el 30 de septiembre de 2020.
El 24 de marzo de 2020, estando ya en ejercicio el nuevo gobernador, Elías Larrahondo Carabalí, fue necesario suspender el contrato de obra por ocasión de la pandemia COVID-19. 9 y se reanudó el 23 de junio de 2020. Por cuarta ocasión se amplió el plazo hasta el 30 de noviembre de 2021, pero nuevamente se suspendieron las obras el 6 de mayo de 2021 por el paro nacional convocado por las centrales obreras, habiéndose reiniciado el plazo el día 23 de junio de 2021.
El 14 de enero de 2022, se suscribió la prórroga No. 7 que extendió el plazo de ejecución hasta el 31 de mayo de 2022, pero el Consorcio Infrasalud solicitó otra prórroga por cinco meses, avalada por el supervisor del contrato de interventoría, Henry Cuellar Ángel.
Y finalmente, los representantes legales de la Empresa Nacional Promotora del Desarrollo Territorial (ENTerritorio, antes Fonade), del Ministerio de Salud y Protección Social, de la Gobernación del Cauca y de la E.S.E. Hospital Francisco de Paula Santander, concedieron un nuevo plazo de ejecución, hasta el 17 de febrero de 2023.
Conclusiones y reacciones de la comunidad
Odontóloga Lucy Amparo Guzmán González, alcaldesa de Santander de Quilichao
Como producto de la información recopilada, hemos considerado que la gestión fiscal y ejecución de los recursos públicos invertidos, se vio afectada por inobservancia de los principios de eficiencia, eficacia, economía, así como la oportunidad en los resultados.
También es evidente la omisión del principio de planeación, desde la misma formulación técnica, económica y jurídica del proyecto como sistema dinámico al servicio de la comunidad, porque se nota que este principio no tuvo en cuenta la presencia de eventos inesperados ni las herramientas para su solución. Por otra parte, es elemental la subcontratación, la cesión a otros profesionales de las responsabilidades contractuales, sin que éstos tuvieran que licitar, simplemente, de hecho, “cultura” que ha generado sobrecostos y retrasos, que como se ve, es el inconveniente más característico y arriesgado de este proyecto.
La larga espera, principalmente, ha sembrado en los ciudadanos una apatía por los funcionarios y constructores, y por ende, en las instituciones. Como consecuencia de ello, muchas personas desconocen y participan muy poco o nada en los procesos de vigilancia y control que pueden ejercer, para ayudar a preservar el patrimonio y los recursos públicos, ya que esta es una herramienta ideal para prevenir y denunciar posibles casos de corrupción.
Hoy, como se dijo, el representante legal del Consorcio Infrasalud Cauca, ya no es el ingeniero Fernando José Castro Spadaffora, quien firmó el contrato de obra Nº 1201 – 2017, sino el ingeniero español Antonio Domínguez González; y quien perdió la licitación, el ingeniero José Rodrigo Astaiza Gallego, representante legal del Consorcio Hospitalario, es el actual secretario de Infraestructura del Cauca, a quien le corresponde vigilar la ejecución del contrato.
Al ser consultados los motivos y el momento en que se aceptó ese extraño cambio de contratista, la exsecretaria de Infraestructura del Departamento del Cauca, ingeniera Martha Cecilia Ordóñez, nos informó que “la decisión del cambio de representante legal es autonomía del consorcio, inicialmente el señor Castro Spadaffora era el representante legal del consorcio, en representación de uno de los consorciados (Jaime Puerta); el 6 de septiembre de 2018 proponen el cambio de R. L. al señor Antonio Domínguez, quien a su vez era el representante legal del otro consorciados (Arcor Construcciones), este cambio se realizó mediante documento del 6 de septiembre de 2018”.
El contratista inicial, ingeniero Fernando José Castro Spadaffora
Sobre el señor Castro Spadaffora mucho se ha escrito en la prensa colombiana. Veamos algunos ejemplos: Así se financió el clan de Dilian para llegar al Congreso (https://archivo.colombiacheck.com/especiales/zoom/Dilian): “(…) Ninguno de los reportados en la lista de Cuentas Claras hace parte de los grandes contratistas del Estado: sus contratos fueron de mínima cuantía, contrario a lo que sucedió cuatro años atrás con el senador Roosvelt Rodríguez y el representante Elbert Díaz Lozano, quienes reportaron como financiadores ante el Consejo Nacional Electoral a Fernando Castro Spadaffora y a Holmes Zúñiga, respectivamente. Spadaffora tuvo un contrato con la Alcaldía de Palmira por 7.195 millones como único oferente, mientras que Zúñiga recibió dos contratos por más de 2.450 millones, según reveló el diario El País en esa ocasión (…)”
Los contratistas de los Juegos Nacionales 2019 (https://lacontratopediacaribe.com/los-contratistas-de-los-juegos-nacionales-2019/): “(…) En una primera alerta sobre estas obras, la Contraloría cuestionó algunos aspectos de los pliegos de contratación y en visita, el 26 de septiembre a Cartagena y a municipios de Bolívar, el contralor delegado Luis Pineda alertó que a 50 días de los Juegos Nacionales todavía había obras con un 60% de ejecución. La Contratopedia Caribe le puso la lupa a las obras y revisamos quiénes son las firmas detrás de los consorcios y uniones temporales, seleccionados por la Gobernación y por la Alcaldía para construir o remodelar los escenarios deportivos…: Complejo Acuático Jaime González Jhonson (Alcaldía): Fernando José Castro Spadaffora ($8.941 millones).
Municipio con todos sus proyectos atrasados (https://caliescribe.com/es/06012018-2156/infraestructura/13540-infraestructura/municipio-con-todos-sus-proyectos-atrasados): “(…) Una obra programada para ocho meses, ya está completando dos años de obra y no llega ni a la tercera parte. Hacerles seguimiento a los 5.2 kilómetros prometidos en el plan de 21 megaobras y en el contrato, permite describir la realidad de esta obra y eso que las especificaciones fueron modificadas en contra de la ciudad y de los usuarios, por física falta de visión de la administración para darle cumplimiento a tan importante proyecto.
Esta información Caliescribe, la oficializará con la respuesta de las entidades de control, en los próximos días y sobre la presunta existencia, de cartel de obras, evidente en la administración Guerrero, en la medida en que los contratistas se repiten mucho. Le han venido haciendo fiesta a las entregas parciales, 800 m iniciales de vía y posteriormente 700 m, para un total de 1.5 kilómetros de vía terminada a los dos años, que no llega sino al 28.6 % del contrato. Allí están fallando los contratistas Consorcio Vía Pance (Amézquita Naranjo y Fernando José Castro Spadofora). Y del valor inicialmente contratado de $21,057 millones, el municipio le adicionó $10,000 millones por falta de planeación, de estudios técnicos como estabilización de taludes, manejo de aguas lluvias, etcétera. Esta obra se llevó los 8 años de las administraciones de Ospina y Guerrero, en planeación, se va a llevar cuatro años de ejecución en la administración Armitage y no se asegura que se termine (…)”
“(…) Corredor verde, entre calle 26 y 44: No ha sido terminado, su valor inicial era de $6.860 millones de pesos, hubo adiciones por $3.267 millones y adelanta adiciones por $2.516 millones de pesos, para unos sobre costos del 100% de la obra, reportando en el mes de diciembre un 86% de ejecución. El 2 de octubre de 2015 fue adjudicado el contrato al consorcio Cali ambiental compuesto por Fernando José Castro Spadafora y Jaime Puerta Atehortua. La sanción por los incumplimientos ha sido la falta de capacidad económica para acometer la obra, donde podríamos decir que más de 6 meses del año pasado no adelantó trabajos (…)”
“(…) Parque Rio Cali, etapa II: El parque lineal del rio Cali entre la calle 15 y calle 8va, que la dejó contratada el alcalde Armitage y no ha arrancado por cambios en diseños, pero también 2 años para tomar estas decisiones es mucho tiempo. Contratista: Consorcio Parque Rio Cali II. valor: veinticinco mil millones de pesos m/cte ($ 25.225.169.528). Plazo de ejecución del contrato: ocho (8) meses. Consorcio conformado por Fernando José Castro Spadaffora con el 39.5%, Jaime Puerta Atehortua con el 39.5%, Melei S.A.S. con el 20% (…)”
Contratista e interventor se tiran ‘la pelota’ por tanque de La Buitrera: sigue la polémica (https://www.cali24horas.com/contratista-e-interventor-se-tiran-la-pelota-por-tanque-de-la-buitrera-sigue-la-polemica/): “(…) La construcción del tanque de almacenamiento del acueducto de La Buitrera es una historia llena de irregularidades que aún no termina, tal como lo expuso este medio. Este contrato se celebró entre la Alcaldía de Cali y el ingeniero Fernando José Castro Spadaffora el 6 de noviembre del 2013 y debió entregarse a más tardar dos meses después, es decir, para el 31 de diciembre del mismo año… Sin embargo, siete años después, la obra sigue inconclusa y la comunidad de La Buitrera no ha podido disfrutar de ella (…)”
Francisco de Paula Santander ESE
La construcción de la planta física para la reubicación del hospital de nivel mediana complejidad Francisco de Paula Santander ESE, se licitó para ser ejecutada en 11 meses y se contrató por 33.054 millones de pesos. Si no ocurre otro imprevisto en los próximos seis meses, cuando debe entregarse la obra terminada, se habrán gastado $ 42.181’972.841 (sobrecostos por 9.128 millones de pesos).
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Otras fuentes consultadas:
https://hfps.gov.co/
https://pactosterritoriales.dnp.gov.co/
https://www.contratos.gov.co/