Ahora resulta que el romance de Rafael Correa y las Farc no era desinteresado. Según Lenin Moreno, Presidente de Ecuador, las Farc aparentemente financiaron a Rafael Correa y sus campañas presidenciales. A esto se suman otros hechos inauditos como el Cartel de la Paloma, dirigido por un sobrino de Luciano Marín alias Ivan Márquez, y la teoría de Herbin Hoyos, de que todo el proceso de paz fue una farsa para que los ancianos dirigentes tuvieran una vejez tranquila, mientras que el negocio de la coca seguiría vivo para financiarlos.
Bajo esa teoría entonces, no extraña que Trichi siguiera en el negocio y que en una de las conversaciones reveladas se mencionara que hay que hablar con un tal “Iván”. Ahora la JEP va a enredar la extradición de Zeuxis Pausias Hernández tomándose ¡4 meses! para decidir cuándo delinquió el falso ciego (hasta en eso pretendían engañarnos).
Estos hechos reafirman que la izquierda no escapa de la corrupción. Como ejemplos locales tenemos a los hermanos Samuel e Iván Moreno; en Brasil Luis Ignazio Lula está en la cárcel por recibir sobornos de Odebrecth; Dilma está a punto de caer; Cristina Kirchner da patadas de ahogado en Argentina para que no la encanen; cuatro presidentes de Perú recibieron dinero de Odebrecht, Alan García, Ollanta Humala, Alejandro Toledo y más recientemente Pedro Pablo Kuczynski. Lo mismo en Ecuador, Rafael Correa está investigado por recibir coimas.
Ahora, esta corrupción no es solo de izquierda. Las campañas presidenciales de Juan Manuel Santos y Oscar Ivan Zuluaga recibieron también recursos de Odebrecht e innumerables funcionarios y amigos íntimos de Santos también se ganaron su coima, aunque Santos es tan descarado que todavía defiende a sus “impolutos”. Desafortunadamente el sistema de castas en Colombia ha impedido que se haga justicia. Roberto Prieto, que admitió su culpabilidad, sigue suelto en los bares y restaurantes de Bogotá. Pero ese no es nuestro tema.
Candidatos de izquierda en Colombia han recibido financiación de criminales y sociópatas como los hermanitos Castro y las bellezas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. El M-19 fue financiado por Pablo Escobar para destruir los archivos del Palacio de Justicia. Ernesto Samper, que se las da de pueblo, recibió dinero de los Rodríguez Orejuela.
Organizaciones criminales se disfrazan de ONG´s para tener su participación en el producido del narcotráfico, que está íntimamente ligado a esta corrupción del siglo XXI. Si no fuera por el narcotráfico, la guerrilla no se hubiera perpetuado en el tiempo. Cuando las Farc no se comprometieron a entregar rutas y laboratorios durante el tal proceso de paz, fue porque su plan era seguir en el negocio. Ya veremos lo que revelan las investigaciones en Ecuador, porque aquí en Colombia la “Estirpe de los Santos”[1] y sus semejantes no dejarán que se hurgue más allá.
Un triunfo de Gustavo Petro es un salto al abismo. Es votar por el tal Socialismo del siglo XXI que está matando a los venezolanos. Sus ideas son irrealizables y su ideología dudosa. ¿Cómo vamos a votar por el vecino desconsiderado que no paga la cuota de administración?
Un país sin justicia no es una democracia. Pero a falta de una justicia corrupta tenemos dos, ahora con la JEP, que sin haber empezado a funcionar ya se la robaron.
Las esperanzas quedan entonces en manos del Fiscal General Néstor Humberto Martínez. Sin embargo, es el abogado estrella de Luis Carlos Sarmiento y trabajó en el gabinete del corrupto Santos. Ya es sabido que a LCSA le gusta socializar las pérdidas de su negocio con créditos del Banco Agrario. El Tiempo es ahora un pasquín de propaganda, sin ninguna credibilidad. Y como al que no quiere caldo se le dan dos tazas, ahora resulta que la U y los congresistas conservadores apoyan al candidato de LCSA, Fuad Char, la U, el PIN y la ñoñomanía. Votar por Germán Vargas Lleras es votar por los políticos corruptos que se roban los recursos de las regalías y de los contribuyentes Es votar por el pasado, por Juan Manuel Santos y los caciques que, como dice Sergio Fajardo, pagan para llegar, llegan para robar.
Y votar por Petro es tirar al país a un abismo
[1] El ahora Procurador Fernando Carrillo que se las da de machito mandó a escribir un libro con ese título cuando era embajador en España para lamberle a Juan Manuel.
