A César Gaviria y al partido Liberal le salió caro que Mario Castaño no renunciara a tiempo a su curul después que lo reeligieran al Senado en las pasadas legislativas en la que se anotó 70 mil votos a pesar de que la Corte Suprema lo acusó de ser el cerebro de una red de corrupción que manejaba desde su oficina donde cobraba coimas a cambio de contratos de infraestructura que suman más de $43 mil millones. El Senado le aplicó la silla vacía después de que Mario Castaño se declarara culpable ante la Corte Suprema de Justicia de concierto para delinquir agravado, interés indebido en celebración de contratos, peculado por apropiación, concusión y estafa agravada, lo que podría darle una condena de hasta 15 años de cárcel que se reduciría al haberse acogido a una sentencia anticipada.
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Así el partido Liberal se queda con 13 senadores en la Cámara Alta y pierde a su gran barón electoral en el departamento de Caldas. Por su parte, en la Cámara de Representantes mantienen las mayorías con 32 asientos.
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