Cemex, una multinacional cementera mexicana, acaba de recibir un grave revés con consecuencias en el valor de la acción en la Bolsa de Colombia. Tuvo, además, que hacer un relevo forzado de sus cuadros directivos. Todo comenzó el pasado 23 de Septiembre cuando la firma dio a conocer que una auditoría interna que le permitió detectar una serie de violaciones a su código ético en la compra de un gigantesco terreno en el municipio de Maceo, Antioquia, donde construye desde hace cuatro años una nueva planta de cemento en una operación por más de 20 millones de dólares.
Los primeros descabezados fueron el vicepresidente de Planeación Édgar Ramírez Martínez y el representante legal Camilo González Téllez. El escandalo tocó al director ejecutivo en el país, el mexicano Carlos Jacks Chavarría, quien renunció a su cargo el viernes luego de una larga trayectoria en la multinacional dirigiendo la firma en Costa Rica, República Dominicana y Puerto Rico, antes de tomar el timón en Colombia en 2011.
El negocio se hizo con la empresa C. I. Calizas. Sin embargo, esta firma estaba en proceso de extinción de dominio ya que perteneció al multimillonario chatarrero José Aldemar Moncada, quien había sido condenado por defraudar a la Dian.