El 2 de este mes finalizó la Conferencia de las Partes, COP16, que deliberó en Cali. “Fue todo un éxito. Fue la COP16 más grande de la historia”, dijo a los medios de comunicación el alcalde Alejandro Eder. Había expectativa de que se cumpliera con los planes de infraestructura y seguridad, no solo en la ciudad sino en el departamento. A pesar de algunos lunares en hotelería –muchos delegados fueron alojados en moteles–, Cali y Colombia cumplieron, hasta el punto que la ciudad fue nombrada invitada de honor al Foro Urbano Mundial (WUF12) convocado por la ONU, que se lleva a cabo del 4 al 8 de noviembre en El Cairo (Egipto), y se centrará en el tema “Todo empieza en casa”. Pero, además, Cali tendrá anualmente la Semana Mundial de la Biodiversidad, anuncio que hizo el alcalde de Cali ante el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante un encuentro con la delegación de Singapur.
Otro logro tiene que ver con la vinculación de la población al máximo evento mundial sobre el Cambio Climático. Según datos oficiales, “en la Zona Verde se tenía previsto un ingreso de 150 mil personas y el registro supera las 900 mil, faltando aún una jornada, por lo que la asistencia a la Zona Verde podría superar el millón de visitantes”, dijo el viceministro de Ambiente, Mauricio Cabrera, en la mañana del 1 de este mes. Este vínculo tiene la importancia de generar conciencia sobre las realidades del Cambio Climático. Cabrera agregó a los medios: “La Zona Verde ha sido un éxito total, y la lectura que se tiene desde la Zona Azul y de los negociadores que llevan años en estos procesos es que es la primera vez que se hace una zona verde, con la participación de la gente, como lo plantea el eslogan, que fue «La COP de la Gente»”.
Pero comienzan a aparecer los tonos grises sobre tanto verdor. Estos eventos de Cambio Climático, por orientación del capital financiero transnacional, son convertidos en grandes negocios, prevaleciendo la conciencia mercantil sobre la discusión seria para resolver la financiación, con la cual realizar las actividades que conduzcan a detener el grave deterioro del Medio Ambiente en el mundo. Los neoliberales, que dominan estas Cumbres, siempre ven en la biodiversidad su oportunidad de negocio. Por eso no se tratan –si lo hacen es por dejar una constancia– temas vitales como la explotación y biopiratería en las áreas hídricas, selváticas y de riqueza genética, por parte de las potencias mundiales y sus multinacionales. Es la razón por la cual, a la hora de las decisiones, estas delegaciones, como estrategia para no comprometerse, dejan la financiación para discutirla a última hora, ordenando romper el quorum por el regreso de los Delegados, como sucedió en la madrugada del sábado 2 de noviembre.
France 24, América Latina, del 2 de este mes tituló: “COP16 terminó sin acuerdo de financiación del plan para salvar la naturaleza”. Al interior dice: “La COP16 finalizó este sábado en la ciudad colombiana de Cali, tras intrincadas negociaciones sobre la financiación de la hoja de ruta para salvar la naturaleza de aquí a 2030, que no llevaron a ningún acuerdo. Lo que sí se logró fue la aprobación de un fondo sobre beneficios derivados de datos genéticos de la naturaleza y la creación de un cuerpo para dar voz a los indígenas en la Convención de Diversidad Biológica”. Se pudo llegar a importantes acuerdos, pero no al compromiso de los depredadores para financiar las soluciones al daño que le causan a la Naturaleza. ¡La cumbre fue más de lo mismo!