Luego de observar partidos de fútbol de alta transcendencia competitiva en las mañanas siguientes leo los principales diarios nacionales e internacionales y comienzo a sentir una gran frustración al conocer las cifras de personas lesionadas, daños al patrimonio público, detenidos, judicializados y demás reportes que para desdicha de muchos incluyéndome, se han puesto mas de moda que la información del juego como tal.
Pienso en cuales pueden ser las posibles soluciones, el gobierno local y nacional han implementado medidas que poco han servido para disminuir la violencia en el fútbol, es más, cada día los ataques violentos y confrontaciones entre aficionados crece. Jugar sin público, perdida de puntos para el equipo local, prohibición de entrada de banderas, trapos, camisetas alusivas a un equipo en particular, anillos de seguridad, ley seca... Son medidas represivas que poco han contribuido al crecimiento cultural de los nuevos hinchas del fútbol en nuestro país.
Digo nuevos hinchas porque la mayoría de ciudadanos involucrados en estas riñas y conflictos callejeros, son jóvenes entre los 11 y 26 años de edad, esto me hace pensar que el problema es mucho mas profundo y que el fútbol en este caso esta siendo utilizado por la sociedad para expresar y desahogar los conflictos y vacíos cotidianos, entonces la pregunta es, ¿necesita el fútbol colombiano una intervención seria y eficaz en temas de seguridad, por parte de la Dimayor y el gobierno?
Sería una visión miope, pretender solucionar estas dificultades de convivencia solo con el incremento de la fuerza pública, organismos e instrumentos de seguridad, estos son necesarios pero en realidad, es de suma importancia que el estado Colombiano realice una intervención social profunda en un deporte que como se ha demostrado en la presente copa mundo, mueve los mas profundos sentimientos y emociones en millones de personas a nivel mundial.
También debo de reconocer que en el caso de Medellín, el Instituto de deportes y recreación del municipio es abanderado en la consolidación de una acción llamada "Deporte y Convivencia" que busca aprovechar la interacción de los ciudadanos en las practicas lúdicas, generando reflexiones individuales y grupales de aprendizajes sociales. Pero lamentablemente este esfuerzo no es suficiente, debido a que los temas sociales deben de ser asistidos de forma interdisciplinar y para el caso del fútbol se necesita mucha potencia y esfuerzo en las acciones a realizar.
Estamos ante una oportunidad histórica en Colombia, después de la participación de la selección en la copa mundo de Brasil 2014, para utilizar el fútbol y el deporte como tal, como medio potente de culturización de nuestros ciudadanos y ciudadanas, para esto es necesaria la participación activa del gobierno nacional y local, la intervención de la empresa privada, Dimayor, clubes deportivos profesionales y aficionados, medios de comunicación, instituciones educativas y demás.
Quienes amamos y conocemos el deporte, queremos disfrutar de los espacios y espectáculos en familia y con los amigos, no queremos mas muertos, lesionados, ni daños a los bienes públicos y privados por un color de camiseta, somos ciudadanos y ciudadanas que como tal, tenemos derecho a disfrutar en la diferencia, que sea la diferencia la que nos una.