Aunque parecía una buena idea haber asignado a Brasil como sede de la Copa Mundo en 2014 –al fin y al cabo, es un país enfermo por este deporte– el masivo descontento social se ha vuelto una tormenta durante los meses previos al torneo. El gobierno brasileño se está gastando aproximadamente US$14 mil millones en el torneo de este año, haciendo que este se vuelva el mundial más caro de la historia. Esto ha provocado indignación entre los brasileros, muchos de los cuales ven al gobierno como corrupto, y ahora están viendo que gigantes cantidades de dinero se están gastando en nuevos estadios de fútbol y en seguridad policial, mientras que la pobreza endémica y las injusticias sociales se ignoran.
El creciente malestar social llevó a violentas protestas contra el gobierno que explotaron en junio del 2013, y que continuaron incementándose conforme se acercaba la fecha inaugural. El gobierno brasileño ha respondido ante las demonstraciones con despliegues de fuerza policial y militar en todo el país, buscando contener a los manifestantes.
A pesar de la represión, hay importantes manifestaciones que siguen teniendo lugar en las grandes ciudades, sin importar que los equipos internacionales ya empezaron a llegar y a prepararse para los partidos.
VICE News viajó a Brasil para ver cómo el país se está preparando para uno de los eventos internacionales más grandes del mundo, mientras que simultáneamente están luchando por mantener el control del levantamiento civil actual. En el primer episodio de esta serie de cinco entregas hemos conocido a algunos activistas involucrados en las protestas, y asistimos a una demonstración en pro de legalizar la marihuana en Río de Janeiro.