La mafia del poder en Colombia quiere instalar a su manera los temas de Venezuela y de la recién elegida Constituyente comunal bolivariana en la campaña presidencial en desarrollo que cerrará en el primer semestre del 2018, para generar miedo, polarización y manipular todo a favor del continuidad de las viejas castas oligárquicas en el poder del Estado.
El punto de partida de dicha movida es la descarada injerencia de Santos y de Uribe en los asuntos internos de Venezuela para fortalecer los intereses de la opositora y terrorista ultraderecha fascista que en los últimos meses ha sembrado de sangre la patria de Bolívar con el fin de dar un golpe de Estado en favor del imperio gringo y las multinacionales del petróleo que tienen como objetivo asaltar las mayores reservas de hidrocarburo del planeta.
A un año de las elecciones presidenciales y ante el colapso de las candidaturas asociadas con el sistema partidista oligárquico como consecuencia de los escándalos por corrupción y saqueo descarado de los dineros públicos, y ante el ascenso de las candidaturas de izquierda, independientes y democráticas, los medios han pretendido colocar contra las cuerdas a sus líderes mediante su asociación con los problemas internos de Venezuela, que es estigmatizada vulgarmente por los reconocidos testaferros de grupos monopólicos, financieros y empresariales.
Al tiempo que se utiliza la Constituyente venezolana como cortina de humo para distraer a la opinión publica de los graves escándalos de corrupción (Córdoba, Huila, pasada campaña presidencial) y el deterioro de las condiciones sociales de la población, se hace un ataque a la izquierda para presentarla como promotora de dictaduras y formas de gobierno no democráticas.
Pero las encuestas que recién se publican muestran que las cosas van por otro lado. Que la izquierda y los independientes se fortalecen de manera imparable. Petro, Clara, Fajardo, Claudia, Robledo, Caicedo y otros amplían su audiencia entre amplios sectores de la sociedad civil.