En octubre de 2010 Carlos Huertas, entonces jefe de investigación de la Revista Semana, viajó a Londres. Pocos sabían que el motivo de su viaje era encontrarse con Julian Assange, el hombre que había hecho temblar al mundo con las revelaciones de Wikileaks. Llegó al hotel y fue a una dirección convenida con Assange. Esperó un buen rato, el cielo era una sábana gris que convertía al sol en un destello mortecino, se metió las manos en el gabán y un carro se detuvo enfrente de él. Viajaron alrededor de 15 cuadras, los guardaespaldas de Assange permanecían inescrutables, siempre en silencio. Se situaron frente a un edificio, caminaron con él por un pasillo largo, subieron escaleras, era uno de esos típicos laberintos londinenses. Assange estaba en una habitación sencilla. Un bombillo que colgaba del techo convertía todo en claroscuro. Conversaron y, después de un apretón de manos, el periodista australiano pactó con él entregarle una USB con los cables diplomáticos –secretos– que remitió la embajada de Estados Unidos en Bogotá a Washington.
Huertas, miembro del Comité Directivo del Consorcio internacional de Periodistas de Investigación y con presencia en 77 países del mundo, ahora trabaja en Connectas, una organización con fuertes vínculos en Estados Unidos. Desde una casona en Chapinero Huertas logró consolidar y destapar el escándalo fiscal conocido como Panamá Papers. El lugar parece más un laboratorio tecnológico que la sala de redacción de un medio. La particularidad del espacio se marca aún más con los múltiples acentos que se escuchan: colombiano, mexicano, salvadoreño, ecuatoriano y hasta gringo. Son seis periodistas y una asistente.
Ahora Huertas, enlace con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y del que también hace parte el periódico El Espectador, aliado de Connectas, logró ubicar a los más de 200 colombianos en paraísos fiscales.
La última gran investigación que revela millones de documentos de operaciones en cuatro paraísos fiscales: Bermudas, Malta, Barbados o Islas Caimán. La mayor parte de la información fue obtenida por las filtraciones que se lograron de dos firmas que prestan servicios de inversiones offshore, fuera de los países de origen: Asiaciti Trust con sede en Signapur y Apleby, ubicada en Bermudas. La operación de al menos 200 colombianos, incluido Global Education, la empresa de préstamos de educación en el exterior presidida por el exministro Gabriel Silva y de la cual Juan Manuel Santos era miembros de la junta directiva, creada una vez los dos salieron del Ministerio de Comercio exterior en el gobierno de César Gaviria.
Gracias a las revelaciones de los Paradise Papers, se supo que, además, en 1998 la sociedad armó una filial en Barbados bajo el nombre de Global Tuition, y luego una compañía aseguradora, Nova Holding. En todas tanto Silva como Santos hacen parte de la junta directiva. Ninguno de los dos se habría referido a estas inversiones internacionales en las que también hicieron parte la familia del ex Presidente César Gaviria.
El Presidente Santos aseguró que renunció a la junta directiva de la empresa de Silva desde el año 2000. Sin embargo, Santos aparece en la junta directiva hasta el 17 de mayo del 2001, cuando ya era Ministro de Hacienda de Andrés Pastrana. También figuran Simón Gaviria, expresidente de la Cámara de Representantes, y Morris Busby, ex embajador de Estados Unidos en Colombia. De directivos de las empresas también aparecen algunos integrantes de la familia Gaviria Muñoz, como Ana Milena Muñoz de Gaviria y el hermano de César Gaviria, Juan Carlos Gaviria.
Carlos Huertas, experto en Big Data, puede ser el periodista colombiano que más sepa de datos. Ese conocimiento milimétrico de archivo le ha significado crear reportajes sobre corrupción, contratación, medio ambiente y fenómenos como la pirámide de DMG. La vocación por denunciar y por el trabajo en equipo le valió ganar el Premio Rey de España en el 2008. Sabe que en el periodismo de investigación son los equipos los que importan y no los individuos. Por eso hace cinco años Huertas creó Consejo de Redacción, una red de periodistas que busca mejorar su capacitación y lograr una coordinación para hacer investigaciones multidisciplinarias. Luego de echar a andar esa red decidió crear otra organización, más ambiciosa: Connectas.org
Esta organización –con fuertes vínculos en Estados Unidos– tiene como blanco investigaciones de alcance internacional. Por eso el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación con sede en Washington, se fijó en esta plataforma que Huertas preside desde el 2003, desde una vieja casona de Chapinero, para desentrañar la lista de los colombianos involucrados en Panamá Papers y ahora en los Paradise Papers. Les tomó menos de dos meses identificarlos, mucho menos de lo que les costó desentrañar la red nazi en Argentina.
Con sólo 43 años Carlos Huertas ya tiene sobre sus espaldas tres de los escándalos informativos más importantes de esta década: Wikileaks, Panama Papers y Paradise Papers. Los miles de implicados en esto no lo deben querer mucho.