La zona nororiental de Medellín es un sector que acoge cuatro comunas, cada una de ellas con 15 barrios y con un estimado de 500.000 habitantes. Algunos sectores presentan mayor densidad demográfica, es decir, familias que habitan en viviendas estrechas y pequeñas. Las condiciones en términos de vulnerabilidad y el riesgo social son altas. Los retos sociales son mayores pero la respuesta se dio en en innovación en tecnología y en el ingreso al mundo digital.
¿Cómo fue nacer y crecer en un barrio popular de Medellín durante la década de los ochenta y noventa?
Fernando Pulgarín Castaño es un joven que nació y se crio en la comuna nororiental en Medellín. De niño vivió la violencia que aquejaba a esta zona de la ciudad. Estudió en una escuela pública de este sector, se formó como universitario y su sentido común lo llevó a trabajar por la comunidad. “Yo recuerdo que nos criamos entre las balas, entre la violencia de todo tipo, cuando jugaba con mis amigos en la calle, el sonido de las balaceras nos hacía salir corriendo a escondernos. A otros les tocó una situación más difícil, entre otras, el reclutamiento de bandas, o ser parte de fronteras invisibles”.
Pulgarín señala que siendo adolescente tomó la decisión de apoyar a la población de este sector y con otro grupo de jóvenes, se dedicaron a trabajar por la comuna nororiental.
Fernando hizo parte de los procesos estudiantiles a nivel nacional, a su memoria llega el libro La cuadra del autor medellinense Gilmer Mesa, y la película del director de cine Víctor Gaviria Rodrigo D: No futuro pues hacen relación al escenario cercano del contexto que han sido los jóvenes de la nororiental de Medellín, en esas rojizas laderas, en la periferia.
Pulgarín afirma que “todo se ha dado desde la cuadra del barrio, en la que encontramos la posibilidad de realizarnos, desde esa experiencia se empezó a configurar el relacionamiento con el otro, el perdón, el reconocimiento con el otro”.
Con el transcurso de los años pasaron del miedo a la esperanza, desde la construcción con muchachos que ya pueden acceder a las universidades, muchos vivieron el conflicto y se convirtieron en referentes. Hoy se forman y se dedican a transformar sus territorios, especialmente en Aranjuez, Manrique y Popular. Desde allí se ha venido construyendo un proceso social, cultural y político.
La historia de la comuna nororiental ha sido referente en términos de cultura y procesos que nacen desde el territorio.
La participación ciudadana ha sido un logro en estas localidades de la ciudad. El fin es arrebatarles los jóvenes y la niñez a los entornos armados y delincuenciales. Se empieza a generar un ejercicio de entornos protectores.
¿En qué consiste este entorno de protectores?
–En acercar al joven al deporte, a la recreación, pero sobre todo a la formación política, formación para la vida, a la formación en capacidades.
“Yo soy parte de esos jóvenes que se formó en capacidades para la vida” asegura Fernando. “Antes se formaba en asuntos de competencias básicas para la inserción laboral, pero todo ese proceso de entender que el territorio habla, que el territorio también es conocimiento, que lo que vivimos allí nos configura las formas de pensar y habitar el mundo”.
¿Para dónde va la comuna nororiental?
Pulgarín sostiene “veníamos de una comuna donde había poco acceso a la educación, poca oferta en cultura, hoy atendemos a una generación ya formada que pasó por la universidad, que tiene movilidad social, que ha permitido transformaciones en los núcleos familiares y vamos hacia una comuna nororiental que se sigue consolidando en términos de entornos protectores que genera todo unos ecosistemas para pensarse e innovarse en términos de una oferta social e institucional, que construye bienestar y desarrollo”.
Un ejemplo de ello es la comuna 4 Aranjuez. Este sector tiene un equipamiento social que permite; vivir, trabajar y estudiar. Allí se encuentra la universidad pública, hay acceso a ecosistemas de innovación y de investigación. Existe oferta de inversión local, nacional y extranjera en términos de tecnología.
“Hoy estamos generando y formando jóvenes que hagan parte de todo ese escenario de la cuarta revolución industrial, de la tecnología, todo esto surge desde la comuna nororiental”, agrega.
En temas de infraestructura desde el Plan de Desarrollo Local, en la nororiental hay una inversión focalizada, la construcción de Parques del Rio Norte será una obra de zonas verdes y de esparcimiento para la población de este sector de la ciudad.
“Hoy en la comuna recibimos turistas, todo esto va conectado con que Medellín se ha transformado, a parte de la industria, en una ciudad de bienes y servicios”, concluye Pulgarín.