En Polonia nos admiran. A Enrique Peñalosa lo tienen en buena estima por transformar Bogotá y darle prioridad a las bicicletas sobre los carros. Y otras personas también están inspirando a los polacos. Sandra Liliana Ríos, habitante de la Comuna 9 de Medellín, es una de ellas.
Sandra visitó en abril las principales ciudades de Polonia como invitada estrella del documental polaco 'La comuna 9, recuperando una ciudad' (La Comuna 9. Odzyskując miasto). En Cracovia, Łódż, Breslavia, Poznań, Gydnia y Varsovia, ella y las directoras de la película proyectaron su trabajo y hablaron de un tema que puede resultar 'ladrilludo', denso, para quien no está familiarizado con él: los presupuestos participativos.
La película recogió el proceso participativo paisa en la comuna 9, durante julio y agosto de 2013. Los raperos de la comuna pusieron la banda sonora y los habitantes su optimismo. "Hello, how are you? Si es para Polonia pic napój (toma una bebida)", saludaba con picardía Adriana Giraldo, líder del sector de cultura en ese distrito.
El documento fue pensado como un manual sobre los PP (presupuestos participativos), sus logros, sus debilidades y sus protagonistas: Adriana muestra los pasamanos y andenes fruto de los PP -tan parecidos a los del barrio Juan XXIII, en Chapinero, también construidos con los presupuestos-; Elena de Arco, de 84 años, y fundadora de un centro cultural comunal, se enorgullece de estar quitándole "los niños a los combos y las guerrillas"; Los Ingenieros rapean y aseguran no mirar ya las armas "gracias a (su trabajo con) la música" en este distrito; y Sandra, sentada o en acción, es el hilo conductor de las imágenes.
Sandra estudió Psicología social comunitaria becada por los PP en la Universidad Abierta y a Distancia, pese a los peros de su padre. Ahora es madre de dos adolescentes y ha trabajado en los últimos años como dinamizadora de la Secretaría de Participación de Medellín. El pueblo se ha empoderado de los PP, dice ella.
Medellín atrajo a Inga Hajdarowicz y Anna Bednarczyk, sociólogas y directoras del filme, mientras estudiaban en la Universidad para la Paz, en Costa Rica. "Durante nuestras clases se mencionaba con frecuencia a Medellín como un ejemplo de transformación urbana gracias al método participativo, y se hablaba también del enfoque innovador (de la ciudad) en la gestión del espacio público", escribieron en la página donde recaudaban fondos para su película.
Y por eso decidieron cursar sus prácticas de último año en la ciudad con un pasado y presente violento; la que destina un cinco por ciento de su presupuesto anual para que los ciudadanos decidan cómo usarlo en los PP; la del metro cable, la de Sandra, y Elena, y Adriana. La que a punta de participación social respondió a "las crisis, la corrupción, la violencia" cuando los habitantes demandaban ser incluidos en las decisiones o en la redistribución de los recursos públicos, escriben ellas en la página de la comuna 9.
¿Qué puede aprender Polonia del modelo paisa? Que todas las clases sociales, y no solo la media, se involucren en el PP, y que haya dinamizadores que promuevan la participación, opinaron las directoras durante la proyección en Breslavia. Y que los polacos sean menos negativos, podría haber agregado el público.
¿Y qué puede aprender Medellín de Polonia? ¿Permitir que cualquier ciudadano, y no únicamente los delegados de las organizaciones, voten por los proyectos participativos?, me pregunto.
Inga y Anna quisieran que su documental sirva de guía para otros "líderes comunales en el mundo". Aún no hay fecha para proyectarlo en Colombia con las directoras, dice Sandra, pero está en planes.
*Fotos tomadas de Facebook