La complejidad del conflicto en Colombia

La complejidad del conflicto en Colombia

Por: JOSE EMILIO OTALORA
marzo 06, 2014
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La complejidad del conflicto en Colombia
Imagen Nota Ciudadana

 

A muchos expertos, libres pensadores y observadores internacionales les ha llamado la atención la complejidad del conflicto en nuestro país, no podemos desconocer que 2 siglos de conflicto por el poder comenzó en los años de la independencia entre Bolívar y Santander, lo que me llama la atención es que ellos a pesar de todas sus diferencias murieron con la satisfacción de haber derrotado militarmente a los invasores españoles, lo que tal vez nunca se imaginaron es que los invasores a través del tiempo especialmente en los años de la patria boba terminaron imponiendo su régimen feudalista, cuando en América Latina no teníamos el conocimiento ni la capacidad para decidir por sí mismos, este sistema de gobierno nacido del matrimonio diabólico de la Iglesia y el Estado, venia de ser derrotado por la reforma protestante después de haber sometido a Europa por más de 1000 años, tenía 2 componentes ideológicos persuasivos para someter a los pueblos y mantenerse en el poder, el primer componente era la aplicación de los Ismos(Totalitarismo, Absolutismo y Autoritarismo), nadie podía dar a conocer una idea o una propuesta política, religiosa, económica o de conocimiento avanzado que fuera diferente a las ideas conocidas y dadas a luz por el sistema, quienes se atrevían a pensar, expresarse y opinar diferente eran tildados de herejes; lo que significaba quedar expuesto al destierro, a la incautación de sus bienes, al cepo y en el peor de los casos a la hoguera. El segundo componente ideológico era inventarse la existencia de grandes bestias y monstruos que debían enfrentar y derrotar para defender al pueblo, así lograban mantener a sus gobernados llenos de susto mirando a sus gobernantes como seres humanos únicos irremplazables y dignos de respeto y admiración.

No cabe duda que para un gran número de ciudadanos que no conocen la historia atreverse a comparar nuestro sistema de gobierno con un sistema de gobierno de la edad media suena como una idea descabellada, lo que yo veo es que han cambiado la forma de hacer las cosas pero los resultados siguen siendo los mismos, según lo que nos muestra la historia el sistema de gobierno a que fuimos sometidos ha sido un sistema totalitarista, todo sistema de gobierno sea de izquierda o de derecha que tenga esa particularidad termina siendo excluyente y violador de los derechos ciudadanos, esto lo convierte en un potencial generador de violencia; en nuestro país han muerto miles de personas entre ellos líderes políticos por tener una propuesta, una idea o la visión de un país diferente con oportunidades para todos, líderes sindicales por reclamar sus derechos laborales, periodistas asesinados por tener el valor civil de denunciar funcionarios del estado y políticos corruptos.

En el tema de la libertad de conciencia y religión de la década de los años 30 cuando comenzaron a llegar a Colombia confesiones religiosas deferentes a la iglesia católica, que era la religión del estado como lo reconocía la constitución de 1986 hasta la década de los 90 murieron miles de personas por ejercer su derecho a la libertad de conciencia declarado por la naciones unidad el 10 de diciembre de 1948, donde el gobierno colombiano firmo comprometiéndose a respetar y hacer respetar los derechos de sus compatriotas.

Hubieron dos acontecimientos de violencia político religiosa que me causaron un gran desconcierto, de tal manera que me sentía avergonzado de ser un cristiano católico, cuando llegue a Caicedonia, Valle del Cauca en 1963 me llamo la atención una casa en ruinas que había en la salida del pueblo, al preguntarle a los vecinos del sector me dijeron lo siguiente: en esa casa vivía una familia de cristianos no católicos, hay llegaban cristianos de otros lugares y hacían sus reuniones, eso le molestaba mucho al señor Cura Párroco y le pidió el favor a los pájaros que mataran a todos esos herejes y les quemaran la casa; el segundo caso aconteció en un pueblo del Cesar, tenía poco tiempo de haber llegado al pueblo una iglesia no católica cosa que no le cayó bien al señor Cura Párroco, todos los domingos siendo el día que hay mayor número de feligreses en misa, el señor Cura les decía desde el pulpito que a esos evangélicos herejes habían que sacarlos del pueblo como fuera, hasta que hubo uno de sus feligreses que capto el mensaje y entendió que sacarlos como fuera incluía sacarlos con los pies para adelante; el día 21 de enero de 1970 estando el Pastor Fructoso Lobo celebrando el

culto, llego el enviado del señor cura y le segó la vida con un disparo de revolver en la cabeza, lo más frustrante para la familia y los ciudadanos de bien, es que este crimen como la gran mayoría de los crímenes político religiosos haya quedado en total impunidad, una de las causas por las cuales nuestra sociedad es tan violenta es porque siempre ha encontrado una forma de justificar sus crímenes y tranquilizar sus conciencias; el clero ha justificado sus crímenes alegando que lo hacía en defensa de la verdad y el gobierno alega defender las instituciones del estado; en la edad media los poderosos justificaban sus crímenes y tranquilizaban sus conciencias pagando indulgencias lo que significaba para ellos una licencia para pecar.

El segundo componente ideológico del sistema feudalista era mantener el temor y el miedo en el pueblo, la iglesia como uno de los componentes ideológicos del estado se encargaba de infundir temor en el pueblo haciéndole creer que desobedecer al clero y al Rey era desobedecer a Dios mismo, porque ellos eran la representación directa de Dios en la tierra, para llamar la atención del pueblo y mantenerlos asustados nuestros políticos criollos no se inventaron mostros como los grandes dragones de fuego, ni serpientes de siete cabezas, ellos evolucionaron y aprendieron a sacar provecho de la ignorancia del pueblo.

El escritor Bogotano José Antonio Lizarazo en su libro Gaitán, hace un comentario acerca de la habilidad de nuestros honorables dirigentes para hacer uso de sus mentiras, trampas y marullas para inventarse sus cocos para mantener al pueblo asustado, para revolver las aguas y pescar en ríos revueltos, manteniéndose en el poder por siglos.

De la década de los años 30 a los 60 nos mantuvieron asustados con la expectativa de la llegada a Colombia de ese terrible mostro llamado comunismo, la iglesia nos aterrorizaba diciéndonos desde los pulpitos que ese terrible mostro venia matando curas y monjas porque eran ateos, según Osorio Lizarazo fue la cuartada perfecta para desviar la gran mayoría de los recursos del estado, para defenderse y atacar a ese terrible mostro que nos venía a devorar a los colombianos, el resultado de la concentración de los recursos del estado termino siendo el enriquecimiento ilícito de los ministros de guerra de la época, altos mandos militares y uno cuantos padres de la patria; este coco del comunismo no solo les sirvió para enriquecerse y mantenernos asustados, también les sirvió para darse cuenta que detrás de todo conflicto se mueven grandes intereses económicos, ellos entendieron que la ganancia en un conflicto no está en terminarlo sino en expandirlo y prolongarlo en el tiempo; eso explica porque estamos viviendo en nuestro país el conflicto más largo de América Latina, la palabra comunista también la usaron los gobiernos de turno entre la década de los 40 y la década de los 60 para marcar a los que reclamaban sus derechos o estaban en desacuerdo con el estado; cuando alguien recibía el título de comunista quedaba expuesto al repudio del a sociedad, a la excomunión de la iglesia y a las balas asesinas de las fuerzas oscuras que no se sabe quiénes son ni de adonde vienen, lo único cierto es que han quitado del medio a todo el que intente cambiar la forma de gobernar.

En la década de los 60 emergió el grupo guerrillero de las FARC un derivado de la inconformidad social, por la falta de oportunidades para las clases menos favorecidas, la profunda desigualdad social y la represión violenta para todos los que se atrevían a reclamar sus derechos y a presentar propuestas y alternativas diferentes a la manera como veían las cosas los gobernantes de turno.

Al pasar el tiempo resulto ser peor la medicina que la enfermedad, los que llevamos la peor parte por el accionar de la guerrilla fuimos los campesinos y las clases menos favorecidas, los que no tenemos la capacidad de defendernos ni quien nos defienda; de la guerrilla no podemos esperar algo diferente a lo que ya conocemos, habiendo salido de un pueblo maltratado por un estado sanguinario y violento, lo único que se les ocurre hacer es reproducir la violencia, un padre violento engendra, forma y educa hijos para la guerra.

Sin pasar por alto todos los crímenes de la guerrilla nuestro políticos criollos consientes o inconscientes, de buena o de mala fe han terminado siendo beneficiados, a unos los eligieron Presidentes por llevar en una mano la zanahoria y en otra mano el garrote, a otros por llevar en la mano la paloma de la paz, y el presidente anterior fue elegido y reelegido por llevar con ambas manos el garrote de la seguridad democrática, que termino cometiendo los mismo errores y abusos de los gobiernos de turno de la década de los 40 a los 60, desvió la gran mayoría de los recursos del estado para financiar su famosa seguridad democrática, invirtiéndole más dinero a la guerra que a la inversión social, fue el mago de la distracción y las cortinas de humo, por poco nos hace creer a todos los colombianos que el único problema del país era la guerrilla según él, aquí no habían corruptos, no se robaban la plata de la inversión social, no existían falsos positivos ni chuzadas, solamente era el cumplimiento del deber y la defensa de las instituciones, con los grandes medios de comunicación a su servicio trato de vendernos la idea del país de las mil maravillas donde los pobres se volvieron ricos cuando él llego a la presidencia, lo que en realidad podemos ver muchos colombianos fue la unión de un nuevo matrimonio diabólico entre el estado y los grandes medios de comunicación, ya que el matrimonio iglesia y estado quedo legalmente abolido en la constitución de 1991, el nuevo matrimonio fue constituido con objetivos muy claros, el número uno era mantener la popularidad del presidente por encima del 70%; lo que no se es cuanto nos costó y nos está costando ese favorcito a los colombianos, el segundo encargo era filtrar la información de tal manera que no saliera a aire nada que pudiera afectar la imagen del presidente; que ironía los medios de comunicación colocándole mordaza a la libertad de expresión, si se llegaba a filtrar la información por medios diferentes, cuando los ciudadanos reclamaban sus derechos y expresaban sus inconformidades, para cerrarles el pico salía el gobierno a decir que eran terroristas o guerrilleros y los grandes medios mostraban la imagen del dictador insultando y poniendo en tela de juicio la dignidad de los colombianos que no pensaban como el, ojala que en nuestro país nunca volvamos a ser víctimas de una información mal intencionada sesgada y tendenciosa, ese modelo de información para lo único que ha servido es para tratar de dividir a los colombianos en dos bandos uno de izquierda y otro de derecha, sin tener en cuenta a los que estamos en el medio que somos la gran mayoría que nada tenemos que ver con posiciones extremistas; en Colombia necesitamos medios de comunicación que nos ayuden a fortalecer la democracia, que nos digan la verdad por encima de cualquier circunstancia, que no estén amarrados al estado sino comprometidos con el bienestar social de todos los colombianos, que no traten de educarnos como extremistas sino como libres pensadores que es el punto de partida a un país desarrollado y aun estado social de derecho, por el bien de nuestro país no podemos seguir con lo que hoy tenemos, una guerra prolongada por más de 60 años, unos empresarios de la guerra lucrados de la desgracia de sus víctimas, miles de colombianos que la guerra les quito todo lo que tenían y unos bandidos que la guerra les ha dado todo lo que tienen; un país que anhela vivir en paz; dos grupos de bandidos extremistas que se empeñan en expandir y prolongar la guerra porque no ven otra forma más rápida de acumular riqueza.

Es la hora que los colombianos no les sigamos creyendo el cuento ni a los extremistas de derecha ni a los extremistas de izquierda, debemos sacudirnos de toda basura ideológica que nos divida o nos incite a odiar a nuestros compatriotas, lo que debemos tener bien claro es el valor de la vida humana, que está por encima de cualquier interés político, religioso y económico; de lo contrario siempre habrá una razón para vivir en guerra.

 

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