Con la esperanza de que las oportunidades de tener un trabajo digno, de carrera administrativa, que los ayudara a proyectar una vida de estabilidad laboral y de realización personal frente a sus proyectos familiares o personales, los colombianos recibieron con gran optimismo y regocijo aquel momento donde se anunciaba la creación de una entidad que propendería por la equidad y la meritocracia en la búsqueda de un empleo tan deseado para la mayoría de habitantes de este lindo país, que cuenta con un gran porcentaje de desocupados, como lo anunciaba en su momento y en la actualidad el DANE. La CNSC, entidad encargada de vigilar o mediar de que aquellos colombianos que tienen o demuestren las capacidades para la ejecución de una o varias funciones dentro de las entidades del estado, parece haberse convertido en un nido de tráfico de influencias, trampas y todo tipo de artimañas que van en contravía de su misión y que llevan a que personas que humildemente ganan los exámenes para lograr ese tan anhelado trabajo se vayan quedando en el camino por cualquier minucia o equivocación, por mínima que sea.
Siendo consecuentes con lo que está pasando hoy en día y teniendo en cuenta que muchos de los participantes en las distintas convocatorias tienen un perfil en la página orientadora de los procesos “SIMO”, los participantes deben seleccionar algunos documentos para participar en las pruebas. Esto no es malo, lo malo es que algunos candidatos habiendo ganado la prueba han advertido a la Comisión que después de hacer esta selección, la página no selecciona bien los documentos, llevando que a la hora de la verificación de requisitos mínimos y de antecedentes a unos no se les tenga en cuenta o no les permita visibilizar ya bien sea el titulo o la experiencia. Por ejemplo, una docente me pregunta “si no aparece la actualización de los antecedentes, ¿qué hay que hacer?”, otra manifiesta “es raro, subí todos los documentos, los seleccioné y no me aparecen”. Cabe decir que estos documentos son de suma importancia para la continuación en el proceso de selección de plazas.
No obstante, parece que la Comisión ha hecho caso omiso a las denuncias y advertencias, porque tal parece que su objetivo es descabezar a todo quien pueda, para que las vacantes sigan siendo utilizadas por reconocidos políticos de orden municipal, departamental y algunos nacionales. A esto súmele las denuncias de candidatos que se han encontrado en las primeras posiciones y de un momento a otro aparecen en posiciones de media tabla o en las últimas posiciones. Da la impresión que al interior de la Comisión existen fuerzas y manejos oscuros para beneficiar a candidatos que previamente han sido referenciados por algún padrino hacia la consecución de dichos sueños y expectativas. Si es la primera vez que se utilizan esta página para la verificación de requisitos mínimos, ¿por qué no darles el principio de favorabilidad a aquellos que han tenido dificultades?
En consecuencia sería bueno que la Comisión Nacional del Servicio Civil respondiera algunos interrogantes como: ¿a quién se deben?, ¿cuál es su misión?, ¿quién los financia?, ¿cómo se eligen los comisionados?, ¿a qué compromisos políticos responden?