Dentro de tres años y medio Colombia tendrá una versión objetiva, ajustada y completa sobre la verdad de los 50 años de conflicto armado que padeció el país hasta cuando el Gobierno Santos llegó a un acuerdo de paz con las Farc. Celebro la instalación formal de la Comisión de la Verdad que será presidida por el padre Francisco de Roux, quien dirigirá un recorrido histórico que nos permita conocer los detalles de la guerra en Colombia que dejó más de 8 millones de víctimas. Le envío una gran voz aliento a este equipo para esta tarea tan fundamental y necesaria.
Acertadamente el padre De Roux sostuvo durante el evento que la verdad es “un bien público, un derecho y un deber ineludible cuando se trata de explicar porque la vida y la dignidad fueron arrasadas en miles de masacres, desapariciones forzadas, secuestros, asesinatos extrajudiciales, desplazamientos, robos de tierra a los campesinos y de hatos a los ganaderos”.
Según el Centro Nacional de Memoria Histórica el conflicto armado colombiano produjo un total de 94 754 muertes atribuidas a grupos paramilitares, 35 683 a la guerrilla y 9804 a agentes estatales. El Observatorio de Memoria y Conflicto también señala que 262 197 crímenes fueron ejecutados entre 1958 y julio de este año. Pero el país no ha dado un paso para curar las heridas porque nunca hemos sido capaces de reconocer la verdad. La verdad de estos asesinatos.
Y es que yo creo que en Colombia nunca ha existido voluntad política porque se reconozca la verdad del conflicto armado porque no serán los actores que empuñaron las armas para cometer delitos quienes quedarán en la memoria del país, sino ese sector del poder que se benefició de esta guerra.
En otros países, por ejemplo en México, directamente su presidente López Obrador ayer instaló una Comisión de la Verdad del más alto nivel para investigar las desapariciones de Ayotzinapa. Esto demuestra que cuando hay voluntad política, un pueblo logrará obtener el reconocimiento de unos hechos y unas verdades.
El presidente Iván Duque no tuvo espacio en su agenda
para asistir en la instalación de este importante evento
que también tiene importancia política
En Colombia, el presidente Iván Duque no tuvo espacio en su agenda para asistir en la instalación de este importante evento que también tiene una importancia política, pues se trata de instalar una Comisión de la Verdad después de cerrar un conflicto con las Farc. No considero que haya sido el mensaje adecuado.
Recuerdo que como presidente electo sí asistió a una reunión con el padre de Roux para comentar su posición sobre la Comisión de la Verdad, pero dejó saber que son más sus inconformidades que semejanzas con que se pueda realizar un informe final que dignifique a las víctimas y arroje luces sobre la barbarie de la guerra.
Mientras conozcamos la verdad, podremos ser libres.
