Por estos días, en el prestigioso recinto de los mal llamados padres de la patria, se debate un proyecto de ley que daría la posibilidad a las personas con discapacidad de tener una capacidad jurídica... Es decir, herramientas constitucionales y legales para que la población tenga un poder que les permita ejercer sus derechos y deberes como cualquier ciudadano común y corriente. En Europa se instauró hace aproximadamente 7 años.
Ahora bien, hay un documento revisión, que sirve de guía a los países garantes de los derechos de las personas con discapacidad en materia legislativa. Este tiene el objetivo de cumplir al pie de la letra cada uno de los artículos de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, regidas e implementadas por la ONU, en el año 2006.
Según el Consejo Nacional de Discapacidad, se pretende realizar una adaptación de dicho documento para cumplir con el artículo 12 de la convención, así como eliminar la figura de la interdicción, que declara a la persona con discapacidad incapaz de tomar decisiones, asumir responsabilidades, y prácticamente que un tercero decida por él/ella.
Sin embargo, del borrador del proyecto que se está discutiendo me preocupan varias cosas:
- Dar prioridades exclusivas a personas con discapacidad cognitiva, desconociendo aquellas que aparte de tener una discapacidad (ya sea visual, auditiva, física o múltiple) tienen problemas asociados con lo cognitivo.
- Mientras en el documento revisión están bien claros los protocolos facultativos para todas las discapacidades, en la adaptación han hecho una especie de sancocho revuelto con gallinaza de la buena, confundiendo conceptos legislativos, jurídicos, médicos y teóricos sobre cómo la justicia colombiana actuará como protectora y defensora de los derechos de las PCD... Eso sí, dando prioridad a las personas con discapacidad cognitiva, dejando por fuera a las otras discapacidades y con muy pocas herramientas en defensa de sus propios derechos.
Cocina al vapor, eso me parece ese borrador, que es preliminar a un debate para aprobar un proyecto de ley que puede ser muy bueno, pero que le falta añadir más cosas para diferenciarse del resto de normas en el país.
Guíense de la guía de Europa y así nos va mejor. No sigan con ese mazacote impresentable, disfrazado de una ley garante de nuestros derechos. ¿A qué jugamos?, ¿al monopolio o al tiro al blanco?
¡Pongámonos serios! La ley es para todos o no es para ninguno.
El Consejo Nacional de Discapacidad debe ser un gremio que agrupe a todas las discapacidades en el país, a lo largo y ancho de nuestro territorio, escuchando cada una de las voces de la propia boca de las PCD. ¿Quién dijo que un tercero es la voz de toda una población?
Por favor...
Por eso reza un lema que dice "nada de nosotros sin nosotros". Apliquemos la regla como es, respetemos la convención, tengamos la suficiente sabiduría para tomar las mejores decisiones para el futuro venidero de la colectividad. Pensando de manera plural, objetiva e imparcial, todos estaremos en igualdad de condiciones.