Mancuso va para Italia.
El titiritero va al fiscal de bolsillo.
El caso de Garzón sigue impune.
El subpresidente aprobó pago por horas y nadie se dio cuenta.
Le dan 370 millones de dólare a una aerolínea extranjera.
El CSI criollo dice que mataron a 5 jóvenes por comer caña.
Llevo décadas creyendo que en este país algo puede cambiar.
Vi pasar Electricaribe, Odebretch, Reficar, Foncolpuertos, Colpensiones, Interbolsa, Proceso 8000, Agro Ingreso Seguro, notarias, falsos positivos, perfilamientos, cartel de la toga, carrusel de la contratación, las bombas de Escobar, zonas francas, comunidad del anillo, cartel del cemento, yidispolitica, parapolitica.
Vi millones de personas votar por un inepto tras otro.
Vi íderes sociales asesinados a diario.
Vi personas dormir en la calle con frío, con hambre, mientras los corruptos se reparten los millones de los contribuyentes.
Vi la profunda indiferencia de quien discrimina al negro y al indio, pero defiende al político.
Vi un país decadente que exporta coca y narconovelas y celebra a sus pillos.
Aun así seguí creyendo que algo cambiaría y lo sigo haciendo porque creo en la tenacidad de la gente buena, de la gente que madruga a buscar su sustento; de los universitarios que protestan defendiendo los derechos de todos.
Seguí creyendo cuando vi las risas, caricaturas y hijueputazos de los que quieren un cambio.
Seguiré creyendo y tal vez pasen décadas sin que nada cambie, pero sé que también seguirá la gente amable, alegre y buena, capaz de vivir entre el horror que generan los dueños de la patria, una patria que aterra, pero al fin de cuentas es nuestra.