Cómo es la Colombia al estilo de “House of Cards”

Cómo es la Colombia al estilo de “House of Cards”

Más que un error, una imprecisión

Por: Julián A. Barajas
marzo 12, 2015
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Cómo es la Colombia al estilo de “House of Cards”

Hace ya casi una década que la falta de precisión de la película “Señor y Señora Smith”, a la hora de retratar al país en la pantalla grande, causó conmoción nacional. La molestia con aquella película radicaba en que se mostraba una imagen errada de la capital, ya que Angelina Jolie y Brad Pitt, andaban algo “ligeros de ropa” y sudorosos por una caótica y selvática Bogotá. Tanta fue la indignación por estas imágenes, que el entonces secretario general de la alcaldía de Bogotá, Enrique Borja, escribió una carta a los directores de la película en donde los acusaba de ignorantes [1]. Ahora bien, a pesar de este precedente de indignación “nacional” por la imprecisión climática de un film, poco o nada ha sido comentado el craso error que cometió la popular serie “House of Cards” al hablar de Colombia.

Aprovechando el reciente estreno de la tercera temporada de la serie quisiera traer a colación el susodicho error. Para aquellos que no conocen esta buena serie de Netflix, “House of Cards” trata sobre las artimañas políticas del despiadado, indolente y ambicioso Frank Underwood, y su esposa Claire, en la Casa Blanca. El error que llamó mi atención se comete en el capítulo 22 de la serie. Este capítulo gira entorno de una fotografía que pone en vilo la fidelidad de Claire Underwood, quien para este momento de la serie, ya ostenta el título de esposa del vicepresidente de los Estados Unidos. Como se deben estar imaginando, un vicepresidente de los Estados Unidos no se puede permitir tal escándalo. Los Underwood deben solventar el problema.

Frank y Claire le ordenan a Adam, amante de Claire y autor de la foto, negar la fotografía y destruir cualquier otra evidencia del romance. En una primera instancia, Adam accede sin reproches. Sin embargo, de repente, aparece una nueva imagen de Claire en los medios. Por consiguiente, Adam es llamado a rendir cuentas frente a los Underwood. Este les explicó que se vio obligado a hacer pública dicha imagen puesto que había sido sobornado con la vida del padre de su prometida colombiana, Inés: “--Adam: El padre de Inés es activista de derechos humanos en Bogotá. El gobierno lo ha acusado de traición por trabajar con los rebeldes. Quieren la pena de muerte y Danton dijo que tienen al juez en el bolsillo. --Frank: ¿Hizo lo que dice el gobierno? --Adam: No, son cargos inventados. Es un periodista que documenta atrocidades en el Tapón del Darién.”. En otras palabras, Adam tuvo que publicar la foto porque su suegro colombiano, defensor de derechos humanos (DD.HH), estaba siendo injustamente juzgado y amenazado con condena de pena de muerte por parte del gobierno colombiano.

Puede que los guionistas de la serie hayan acertado respecto a la corrupción y la poca fiabilidad del sistema judicial colombiano. Pero, tal vez, por una confusión con la interpretación tradicional estadounidense del derecho a la vida, no se percataron de que en el artículo once de la Constitución Política de la República de Colombia se establece que: “El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte.”. En fin, precisando, la serie “House of Cards” afirma que en Colombia existe la pena de muerte, a pesar de que esta no está contemplada en el país, legalmente, desde 1910.

Causa extrañeza que una producción del calibre de “House of Cars” haya cometido “tan infantil error”. Es verdad que de vez en cuando brota en los medios colombianos un anhelo -déspota y retrógrado- por la pena de muerte. Así los demuestran las recientes discusiones alrededor del asesinato, durante la noche del 4 de Febrero del presente año, de cuatro niños (Deinner Alfredo de cuatro años, Laura Jimena de diez años, Juliana de catorce años y Samuel de diecisiete años) en Florencia Caquetá. No obstante, en Colombia hay una clara y antigua tradición legal en contra de la pena muerte. Entonces, si esto es así, ¿por qué afirmo que en la serie se comete una imprecisión y no un error en cuanto a la pena de muerte? Porque así en Colombia no exista legalmente la pena de muerte, ser un defensor de DD.HH en este país, es cotidianamente castigado con pena de muerte.

El 18 de febrero del presente año Somos Defensores (programa no gubernamental de protección de defensores de DD.HH) publicó su informe de agresiones contra defensores de DD.HH en Colombia para el año 2014. En este informe, que se titula “La Divina Comedia”, se demuestra que, en Colombia, la decisión de salvaguardar los DD.HH es de vida o muerte. Según este reporte el año pasado fueron asesinados 55 defensores de DD.HH en el territorio nacional. Cabe aclarar que, el asesinato es la más drástica medida en contra de los defensores de DD.HH en Colombia, mas no la única. Además de estos 55 asesinatos, los defensores fueron víctimas de 488 amenazas, 41 atentados, veintitrés detenciones arbitrarias, diez hurtos de información, ocho casos de uso arbitrario del sistema penal y una desaparición. Esto quiere decir que, “en promedio, en 2014, cada 24 horas fueron agredidos 2 defensores(as) y cada 7 días fue asesinado(a) uno(a) de ellos(as).” [2]. Este mismo informe nos dice que los presuntos responsables de estas agresiones contra defensores de DD.HH en Colombia son: en un 72 % Grupos Paramilitares, que el 19% de los casos son cometidos por Desconocidos, otro 7% por los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y las Guerrillas se llevan el último 1.5% de las agresiones.

Por último, quisiera resaltar otros dos hechos que nos devela el informe en cuestión. Primero, la violencia en contra de defensores de DD.HH en Colombia es un problema de ayer y de hoy que no muestra mejoría. En tanto que desde el año 2009 se han registrado 274 homicidios [3], y puesto que comparando los años 2013 y 2014, disminuyen las cifras de homicidio (de 78 a 55 casos) pero hay un incremento sustancial en las amenazas (de 209 a 488 casos). Segundo, el estado colombiano no solo es responsable de esta problemática por los casos cometidos que se les impugnan a los miembros de sus Fuerzas de Seguridad, sino también por la negligencia e ineficiencia de la Unidad Nacional de Protección (UNP), la cual es la institución principal encargada de la protección estatal. Muestra de lo anterior, es la cuota de corrupción de la UNP al país: el carrusel de la seguridad privada.

En resumen, el informe “La Divina Comedia” de Somos Defensores, evidencia el infierno que es Colombia para los defensores de DD.HH. En esta medida, el que se amenace a Adam con la pena de muerte de su suegro colombiano, quien es defensor de los DD.HH en Colombia, no es un calco pero sí un bosquejo de una realidad del país. Sumado a esto, me parece que el informe devela una actitud colombiana poco amigable, y más bien mezquina, -paradójicamente- con quienes han decidido dedicarse a la defensa de nuestros derechos inherentes como seres humanos. Espero que esta no sea la razón, sino una cuestión de raiting y popularidad, para que “House of Cars”, y no “El señor y la señora Smith”, haya salido impune de sus errores cometidos.

[1] El fragmento fue tomado de una noticia del 8 de julio del 2015 publicada en el periódico El Tiempo: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1961051 (marzo 6 del 2015).
[2] El informe se puede consultar en el siguiente enlace: http://www.somosdefensores.org/index.php/en/publicaciones/informes-siaddhh/132-la-divina-comedia (marzo 9 del 2015).
[3] Las cifras fueron tomadas de un artículo de la revista semana: http://www.semana.com/nacion/multimedia/2013-ano-record-en-ataques-contra-defensores-de-derechos-humanos-colombia/378040-3 (marzo 10 de 2015).

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