Alejandra Azcárate, antes del escándalo que protagonizó su esposo y la avioneta de su propiedad incautada en San Andrés con 446 kilos de coca, era una de las famosas más activas en redes sociales. Sin embargo, desde ese 24 de mayo, Azcárate dejó de estar activa en sus redes y bloquea a todo el que habla mal de ella.
Es que de las pocas personalidades que creyó en su inocencia fue Vicky Dávila, de resto las redes emitieron un juicio, la juzgaron y no le creyeron. La actitud de la humorista, además, alimenta la suspicacia.
Azcárate no tiene nada que ver con los problemas que puede tener su esposo, Miguel Jaramillo, a quien la Fiscalía ni la justicia ha logrado encontrarle culpable.
La última publicación de la Azcárate en redes sociales fue el 23 de mayo, cuando se preparaba en los ensayos de un programa Online que presentaría en Youtube la cerveza Poker:
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En Twitter también ha guardado silencio. Su habitual desparpajo se ha apagado. El matoneo mediático fue tan duro que prefirió alejarse del mundanal ruido y esperar a que la justicia dictamine el grado de culpabilidad que puede tener su esposo.