En un escrito anterior señalaba que los expertos en comunicación política y neuropsicología afirman que buena parte de la ciudadanía explica su realidad y toma decisiones a partir de sus percepciones y no necesariamente con base a los hechos. Situación aprovechada por malintencionados actores que ocultan los hechos o los tergiversan para promover la desinformación, la manipulación y la confusión política. Así, buscan con engaños, falacias (verdades a medias) y noticias falsas (fake news) estimular emociones, manipular de forma maquiavélica las percepciones de las personas e incidir en cómo estas deciden. Casos como el Brexit alrededor del referéndum sobre la permanencia o salida del Reino Unido de la Unión Europea en 2016 y la campaña del no en el plebiscito por la paz del 2017 en Colombia así lo evidencian.
En Cundinamarca, hermoso departamento de gente pujante y laboriosa azotada por la ruina económica y la corrupción imperante, se está aplicando la misma estrategia. Recientemente el Polo Democrático Alternativo decidió, por unanimidad y apegado a sus estatutos, designar al ingeniero industrial Ricardo Mestizo Reyes oriundo del municipio de Suesca, como su candidato único a la gobernación. Esta decisión al parecer tiene asustados a algunos sectores políticos, quienes ocho días después de su designación y apenas un día del anuncio público atacan al candidato y a su partido con noticias falsas y verdades a medias. Desmantelemos a continuación la pobre estrategia montada contra el candidato polista:
El candidato en mención nunca ha ocultado su paso por la primera administración de Álvaro Cruz, tal como se afirma. Incluso, a riesgo de cualquier malentendido, siempre ha insistido de manera trasparente que su labor como Director de Minas y Energía en 2001 y Director de Explotaciones de Recursos no Renovables durante el periodo 2002-2004, la ejerció como un funcionario postulado por el gremio del carbón donde se destacó como un hombre probo y eficiente. Cargo que ejerció antes del nacimiento del Polo y que jamás comprometió su integridad, toda vez que nunca cohonestó con los casos de corrupción de Cruz. El mejor y más grande hecho político que lo diferencia de esta y otras administraciones es que fue un funcionario ejemplar y que después de dicha responsabilidad, se vinculó al Polo y siempre ha sido opositor al duquismo-uribismo-santismo hoy representado por Jorge Rey.
Sobre su apoyo en 2011 a Everth Bustamante, en aquel entonces independiente, este se dio a título personal, ya que el Polo no tenía candidato oficial y no preveía su posterior vinculación al Centro Democrático en 2014. Situación que Mestizo Reyes reprochó y representó la principal razón de su distanciamiento político con él.
Tampoco es un secreto que el candidato cuenta con una trayectoria en el sector minero-energético, en el cual se ha destacado por oponerse a la megaminería transnacional depredadora y ha respetado e impulsado las consultas frente a ésta. Ámbito en el que también ha defendido la pequeña y mediana minería artesanal y ancestral, siempre bajo criterios de respeto ambiental y la promoción de los derechos laborales (Ver video). Propendiendo además por su formalización y tecnificación, en beneficio de las comunidades y la mitigación de sus impactos en concordancia con el Ideario Unidad, programa político del partido que hoy representa como candidato.
La cizaña sembrada contra Ricardo Mestizo Reyes oculta, entre otras cosas, su excelente labor en la Contraloría General de la República en la sección de licitaciones y contratos, y como delegado de esta en entidades como Ecopetrol, Ica e Idema. Al contrario de lo que le pueda endilgar cualquier escrito espurio y tendencioso, lo cierto es que Mestizo ha sido un polista transparente y consecuente, con una excelente hoja de vida. En ese sentido, el Polo no solo acertó en su decisión, sino que, con esta, puso a temblar el escenario político cundinamarqués a tal punto que con calumnias e injurias pretenden a la primera de cambio, socavar la unidad alrededor de su designación y desacreditar su buen nombre y el del partido.