Karen tiene18 años, pertenece a la Asociación de recicladores Puerta de oro, tiene una sonrisa aún infantil, pero no es tímida a la hora de exponer las razones de su lucha por el reconocimiento de su labor.
“Soy recicladora, mi mamita también, toda mi familia es recicladora; mi abuelita tiene 80 años, y siempre ha sido recicladora. Mi lucha es manifestarme en contra de que nos tumben el pago, eso nos afecta a todos, porque con esto nos mantenemos, comemos y ayudamos a otras familias.
Siendo recicladora he podido conocer la ciudad, he salido adelante, he estudiado.
Lo más difícil es la policía, o que nos molestan en ciertas zonas donde la gente nos discrimina y nos asocia con vagabundos. Pido que nos dejen seguir reciclando, este es nuestro trabajo, es lo que hemos aprendido, es lo que sabemos hacer. Además, ¿si no reciclamos qué van a hacer? ¿Por qué todo es para las empresas grandes?”
Karen cuida el medio ambiente, la ciudad y el trabajo de los otros. Le gusta escuchar a la gente y quiere estudiar Psicología.