Desde que recuerdo, en el colegio donde cursé secundaria, como en el año 1995, inculcaban la importancia de reciclar, y solo, hasta hace dos años pude ver cómo alguien con el poder gubernamental permitido en la ciudad, establecía el cumplimiento obligatorio de ésta “nueva cultura”. ¡Eso es muy cruel! – contienden algunos –, como es natural a un adulto no le gusta que lo eduquen como a niño, decomisándole su bolsa de dulces, que se está comiendo tranquilamente mientras juega, porque sus padres ven que ya han comido los suficientes durante el día y piensan que le pueden hacer daño.
Pero ahí no para todo. Luego de la imposición de la “nueva” visión de reutilizar las basuras, prosigue la confusión de varias personas preguntando – ¿cómo se recicla? –, además, surgen inesperadas acciones pro-ambientalistas1 como: retirar de las calles la tracción animal, estimar un consumo mínimo de agua, aumentar las rutas y reducir la tarifa del transporte público. Pero, debido a éstos acontecimientos, aumentan los interrogantes en el aire citadino, aparecen puntos de vista diferentes, recelo de quienes no pueden responder ¿cómo pasó?, ¿qué paso? y ¿en qué terminará?; e imaginarios cumpliendo una mejor labor, siendo para muchas cabezas una mezcla para ensalada, agregada además con las frutas más exóticas que nunca hubiesen pensado siquiera ver. Así, la obstinación por empezar a labrar en ésta ciudad lo que establece el “Protocolo de Kyoto2”, resulta serpara algunos extemporáneo e incongruente.
Ahora, esa enmarañada red neuronal termina cercada además, por las ya miradas desconcertadas, por miradas desconsoladas como si el sueño de utilizar en el más moderno transporte público nuevamente hubiera sido derribado, y por miradas descontentas como si el mundo no hubiera transigido con el pasar de los cuatrienios; y sin embargo, con el entendimiento urbano a punto de explotar, el ambientalismo persiste con más: elaboración de paraderos, unificación de tarjetas para acceder al servicio de transporte, subsidios de transporte, construcción de una terminal de transporte, fomentar el uso de la bicicleta para ir al colegio.
1. Se entiende por medio ambiente el entorno que afecta y condiciona especialmente las circunstancias de vida de las personas o de la sociedad en su conjunto. Journal of Environmental Quality (1997).
2. El Protocolo de Kioto sobre el cambio climático es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Naciones Unidas (1998).
Bien, ¿han visto esas ofertas de empleo donde una de las condiciones es “Trabajo bajo presión”?... el pro-ambientalismo se me parece a cualquiera de los ciudadanos comunes que veo caminando inquietos dentro de su urbe: trabajadores y trabajadoras persistentes a pesar de las largas filas y la gente arrolladora, acosados (as) por mantener la dignidad económica de su familia y, a veces sin darse cuenta, partícipes de ese círculo, dejan de ser la víctima para pasar a ser el victimario. Personas que soportan, sobrellevan y sobrepasan los impases, o lo abrumador de la gente, del entorno, de la hostilidad.