Actualmente, muchas cosas a nivel mundial apuntan al desarrollo potencial de estos aspectos. Cada vez más países deciden invertir en estos ámbitos porque generan un impacto directo e indirecto en casi todos los polos de desarrollo de cualquier nación.
Desde cualquier punto de vista tiene injerencia en todos los sectores económicos y puede influir de gran manera al desarrollo de un país; de hecho, las grandes potencias mundiales lo son hoy gracias al desarrollo de estos aspectos.
Colombia, por su parte, ha sido un poco indiferente. Cada vez más dice no al desarrollo de estos elementos.
Si analizamos sus aportes presupuestales al Departamento Administrativo de Ciencias, ha sido más bien otra dependencia de las cuotas políticas de este país, manejadas a conveniencia de los sectores políticos y con influencia de estos.
Ya podemos determinar en el departamento una variación estacional, o mas bien una variación política (en elecciones aumentan sus índices de contrataciones y despidos) que sigue siendo una maquinaria más para hacer política en este país de las mil maravillas.
Prácticamente ha sido un comportamiento descarado y muy frecuente. Si se les preguntara a algunos políticos por ello serían capaces de justificar esta acción como producto de la innovación, y claramente es innovación tener la capacidad de seguir influyendo en departamentos administrativos e "independientes" a la influencia política del país…
Y es que en Colombia no falta la ciencia, ni la tecnología, ni mucho menos la innovación, pues somos el país que todo lo puede.
Más tarda un colombiano en pensar lo que quiere hacer que en lograrlo, pero no siempre para influir de manera positiva a la comunidad, sino para beneficio individual, porque así toca en Colombia.
Con el poco apoyo del Estado a las distintas clases sociales nos han hecho ver este país como una selva. "Sálvese quien pueda". Y es que cuando ponemos en riesgo nuestras necesidades se hunde cada vez más la moral de nuestros coterráneos.
Me permito citar a Tucícides, cuando en la antigua Atenas criticaba la etapa de decadencia de aquella ciudad a finales del siglo V a. C.
"Sumergidos en la catástrofe y violadas las normas morales, no parecía que hubiera otra consigna de la de 'salvese quien pueda' y la máxima de que cada cual no valía sino su propia fuerza: la guerra es una gigantesca aplicación de este principio".
No hay un ejemplo más claro. Hace más de XIV siglos sucedían estos mismos desmanes. Los políticos de turno que se apropian de nuestros recursos, se hacen llamar evolucionados, actuando de la misma manera o incluso peor que los inmorales de hace 2500 años.
Por otra parte, me detengo en recalcar y exaltar el excelente trabajo de Colciencias, porque la capacidad de invertir su presupuesto ha sido excelente.
He tenido la oportunidad de revisar estadísticas y de escuchar testimonios acerca de lo que Colciencias ha logrado. Esto, para mí, ha sido más que satisfactorio, así como saber que con poco están haciendo mucho.
A los ciudadanos y políticos hoy electos les informo que hay que buscar la forma de lograr descentralizar política y administrativamente estas instituciones, las cuales nos brindan los mayores frutos que puede tener la educación en el país.