Pocos la conocen pero Liliana Moreno es una de las ciclistas más exitosas del país. Corre para el equipo kazajo Astana, uno de los mejores del mundo. Ha ganado etapas en Colombia, Costa Rica y Europa y su esfuerzo fue importantísimo para clasificar al equipo de este país a las olimpiadas de Tokio.
Por eso estalló y con esta carta Moreno se quejó contra la injusticia:
ME ROBARON MI SUEÑO OLÍMPICO!!!
No acostumbro a ser de los deportistas que salen por redes a explicar qué les pasó en una competencia o a justificar porque no salió algo bien. Pero en esta oportunidad quiero hacerlo y contarles algo qué pasó, me ha dolido y de alguna forma lo hago para desahogarme.
Estar en unas olimpiadas es el sueño que todos los deportistas tenemos, creo que es el objetivo que nos mueve día a día, para mí, era un anhelo y a lo largo de mi carrera deportiva fui construyendo este sueño, durante los últimos 3 años me levanté con la firme ilusión de lograr clasificar porque decidí no dejar al azar este objetivo, sino trabajar por ello. Y es así como en el año 2019 logré estar oficialmente por ranking UCI dentro de las 100 mejores ciclistas del mundo, hecho que me hacía clasificar numéricamente a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. En este proceso, he pasado por momentos buenos, desafiantes, malos resultados, caídas, fracturas enfermedades… Sin embargo, a pesar de la adversidad que solo puede sentir quien vive un escenario como este, en 2021 regreso al ruedo con el nivel suficiente para disputar carreras sobre la bicicleta. Como resultado, he llegado a una conclusión que mueve mucho mi interior en este momento y es que “No siempre el que trabaja obtiene lo que merece”. Esta deducción la realizo en vista de la noticia que hace varios días fue oficial. Y es que no seré yo quien represente a Colombia en las próximas olimpiadas, que, a pesar de mi trabajo, de ser yo la única atleta que aportó el 100% de los puntos para esta clasificación además de un palmarés que respalda mi experiencia y lo que soy como deportista, no son argumentos suficientes para respaldar esta decisión. Es triste que mi sueño haya quedado a criterios de personas que no valoran y que no trabajaron junto a mí en este camino y que a pesar de llevar años desempeñando su labor, no son claras ni justificables sus decisiones, degradando la moral de quienes luchan por alcanzar sus sueños. Un seleccionador como Carlos Mario Jaramillo y un presidente de una federación como Mauricio Vargas quienes jamás aportaron para este sueño. Entender que esta decisión no dependía de mis resultados deportivos sino por el criterio poco objetivo de estas personas es muy difícil de asimilar.
No pido justicia, eso no existe en este país, esa palabra no la conocen los dirigentes de la Federación colombiana de ciclismo y estoy segura de que no soy la primera quien se atreve a dirigir estas palabras con tanta convicción.
No voy a pelear más por una decisión que está sobre la mesa hace meses. Independiente de esta situación que me embarga de abatimiento, quiero decir que estoy tranquila, al final luché y entregué todo por este sueño pues eso es ser profesional. Pero me afecta en una gran proporción preguntarme. ¿Por qué esta situación, si trabajé y me esforcé completamente por ello?
Amo este deporte, me ha traído tantas alegrías. Hoy me deja un gran vacío, un gran desamor una gran desmotivación…