La vida en el barrio Bosque Calderón cambió por completo desde aquel fatídico 4 de diciembre del 2016 que Rafael Uribe Noguera le arrebató la vida a Yuliana Samboní. Al principio ningún vecino quería hablar sobre el tema. El ambiente se ponía tenso cuando alguien preguntaba por la pequeña y su familia. Han pasado cuatro años y el silencio ya no reina en las calles. La lucha ha sido difícil, sin embargo, el recuerdo de Yuliana acompaña a los más de 30.000 habitantes y les da fuerza para seguir pidiendo que el barrio sea legalizado.
La peor parte la viven los Samboní. Juvencio Samboní y Nelly Muñoz tuvieron que volver a la vereda El Tambo, municipio de Bolívar en el Cauca. Quedarse en Bogotá era impensable. El recuerdo de Yuliana los atormentaba en cada rincón de la pequeña casa. En el barrio también habitan 80 familias caucanas que como ellos llegaron a la capital detrás de una vida mejor.
Ahora en la humilde casa de Yuliana los inquilinos son una familia proveniente de Maracaibo, Venezuela, conformada por Yohana, una joven madre, su esposo y bebé de un año. En entrevista para BluRadio en diciembre del 2019, Yohana que se desempeña como estilista aseguró que aunque no conoció a la pequeña o a la familia Samboní siente una presencia paranormal en la casa. “A veces se sienten cosas: la casa pesada. No ha cambiado nada, quizás esté la presencia de ella aquí, aunque igual yo nunca la conocí, pero sí me impactó la historia de ella. Nosotros llegamos cuando ella ya iba a cumplir un año de asesinada”.
Una vez ocurrió el crimen, los vecinos decidieron pintar la casa de Yuliana de colores diferente en cada aniversario de su muerte.
Aniversario # 1 de Yuliana
Aniversario # 2 de Yuliana
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