Al comienzo de los 1980, un grupo de artistas fundado por Guy Laliberté y otros amigos comenzaron a actuar en las calles de Baie-Saint-Paul, una villa en las costas del río St. Laurent cerca de la ciudad de Quebec, Canadá. Conocidos para el público como Les Échassiers de Baie-Saint-Paul (Los caminantes sobre zancos de Baie-Saint-Paul), este grupo formaría el núcleo que se convertiría en el Cirque du Soleil o Circo del Sol
Después de años de afinar su arte, Guy Laliberté, decidió que el espectáculo había evolucionado y debía ampliar su radio de presentaciones, en 1984, gracias a una donación de 1,5 millones de dólares canadienses, organizaron un espectáculo para marcar el aniversario 450 del descubrimiento de Canadá por parte de Jacque Cartier, que llevaron de gira por la provincia. Este espectáculo viajero ofrecía una visión única de las artes circenses: libre de animales, con trajes escandalosos, iluminación especial, música original, que llamó la atención por dramática y bella, y tuvo un éxito de ventas.
El Circo del Sol no era un espectáculo más para niños y con mínimas variaciones entre un show y otro. Se convirtió en una opción de entretenimiento muy atractiva para un público adulto que estaba dispuesto a pagar un precio muy superior al de la mayoría de los circos convencionales, por algo memorable y único. Su mayor crecimiento se daría en la década de los 90s, y durante tres décadas fue una organización muy exitosa y rentable.
En 2015, el 90% del Circo fue adquirido por la estadounidense TPG Capital (55%), el fondo chino Fosun (25%) y la Caja de Ahorros e Inversiones de Quebec (10%), dentro de los vendedores, estuvo Laliberté, por cuya participación le pagaron unos €1.400 millones. Sin embargo, gran parte del dinero de esta transacción se convirtió en deuda de la empresa y para julio de 2019 se dio a conocer que la empresa debía unos USD 1.100 millones.
Al año siguiente, la pandemia por el Covid-19, complicó más la situación, y el 11 de marzo de 2020 el Circo del Sol tuvo que anunciar la suspensión de 44 espectáculos y el despido de unas 3.840 personas, el 95% de su plantilla. El 29 de junio de 2020 se declaró en quiebra solicitando la protección de la ley canadiense de Acuerdos y Acreedores de Empresas y del capítulo 15 de la ley de Quiebras de Estados Unidos.
Aunque el mismo día se anunció un principio de acuerdo de restructuración con los propietarios, quienes desembolsarían CAD 100 millones de sus chequeras, aceptarían un préstamo de CAD 200 millones del Gobierno quebequés, y juntarían el paquete de €18 millones de euros para apoyar a los trabajadores despedidos. Los acreedores recibirían 45% de participación en la empresa y €45 millones de deuda no garantizada.
Los abogados de los principales acreedores del Circo sostuvieron que no podían aceptar la oferta de los dueños ya que contaban con otra más generosa encabezada por Catalyst Capital Group (donde figuran también BlueMountain Capital, Sound Point, entre otras firmas) por USD 1.200 millones de dólares: 800 millones de la deuda garantizada sería eliminada, 375 millones de inyección fresca y 25 millones adicionales para cubrir adeudos con contratistas, todo esto sin ayudas gubernamentales. A cambio, tomarían el control total del Circo, un proceso legal que finalizó en noviembre de 2020.
Fundada en Toronto en 2002, Catalyst es una de las firmas de inversión privadas más grandes de Canadá. Maneja miles de millones de dólares. Su especialidad es invertir en empresas en dificultades financieras.
La empresa fue fundada por Newton Glassman y Gabriel de Alba, este último es su Director General, y quién tiene más de 25 años invirtiendo, reestructurando y construyendo negocios en los EE. UU., Canadá, Europa y Mercados Emergentes. Alba actúa y ha actuado como presidente, miembro de la junta y director ejecutivo de varias compañías de la cartera de Catalyst, entre ellas Gateway Casinos & Entertainment, y Frontera Energy con presencia en Colombia.
Daniel Lamarre, actual su presidente del Cirque du Soleil permanecerá en el puesto de presidente y director ejecutivo y seguirá formando parte de la Junta Directiva de la empresa, a la cual se incorporaron Jim Murren y Gabriel de Alba como copresidentes de la misma. Jim Murren se unió por primera vez a MGM Resorts International en 1998 como director financiero y se desempeñó como ex presidente y director ejecutivo de MGM Resorts International hasta su jubilación en 2020.
Será la primera vez desde su fundación en 1984 que un grupo quebequés no ocupe sitio en la mesa de los dueños del Cirque du Soleil. A este respecto, los partidos de oposición han lanzado numerosas críticas al Gobierno provincial. Además, han subrayado que la Caja de Ahorros e Inversiones de Quebec perdió al final USD 170 millones.
Los nuevos propietarios también acordaron mantener la sede de la Compañía en Montreal, Canadá, por un mínimo de cinco años. El 95% del equipo directivo es quebequés, es allí donde se han desarrollado los planes de creación y producción base del éxito, y la mira está puesta en el relanzamiento de los espectáculos.
También está contemplada la exploración de otros productos en esta nueva etapa. En una entrevista el pasado agosto a The Globe and Mail, Gabriel de Alba comentó la idea de que el Circo del Sol incursione en las plataformas de streaming donde puede haber una posibilidad importante de generar nuevos ingresos.