El pasado 12 de mayo entre las 7:00 y 8:00 de la noche, en el casco urbano de Caloto, exactamente en el puente del Río Chiquito, sitio donde se depositan las basuras, explotó una moto bomba que averió varias casas, entre ellas la antigua cárcel, que es patrimonio nacional.
La cárcel está desocupada y el objetivo es que sea una universidad o una cooperativa para madres cabeza de familia o víctimas del conflicto, de ahí la importancia del espacio. La detonación hizo que se presentaran daños en la fachada, puertas y ventanales.
El municipio se denomina ciudad confederada porque ha sido destruida o demolida en dos ocasiones: la primera fue demolida por los Pijaos, que venían huyendo y sacaron a la gente que estaban allí, y, posteriormente, cuando se llamaba Nueva Segovia de San Esteban de Caloto.
Dentro de las víctimas está una joven de 18 años en condición de discapacidad, que estaba muy cerca del sitio de la explosión, y otras dos personas que fueron llevadas a urgencias, una por pánico y la otra, por aturdimiento de los oídos.
De acuerdo con el ejército, la bomba fue detonada por miembros de la guerrilla.
Sin embargo, líderes de derechos humanos explican: “Nosotros creemos que fue un saboteo a un evento que teníamos planeado para el día después de la explosión: la llegada de tres congresistas electos por el Pacto Histórico, uno de Suárez, Cauca, y otro de Popayán. El objetivo del evento era darle las gracias a la organización por la confianza que tuvimos en ellos y por elegirlos congresistas. Al final hicimos el evento, se activó la guardia campesina y la red de derechos humanos”.
Otro líder social opina lo siguiente: “Lo que ha venido sucediendo no ha sucedido solo en Caloto, también en otros municipios como Miranda, en Corinto, Guchené, Puerto Tejada. Todo la parte del norte del Cauca está amenazada, oímos todo el tiempo que pasan cosas. Creemos que quieren que la gente sienta temor y no salgan a votar".
Los líderes piden que este tipo de hechos no se vuelvan a repetir porque saben que cuando llegan las elecciones presidenciales estos sitios denominados por la Fuerza Pública como zonas rojas son bombardeadas para intimidar, crear pánico para que no salgan a votar. “A nosotros nos señalan porque estamos apoyando el Pacto Histórico. Ellos dicen que cuando una persona se reincorporan a la vida civil, perdonan. Pero no lo hacen, porque mire lo que pasa con Petro. Y dicen: los que los están apoyando son guerrilleros.
Nos están violando el derecho a la tranquilidad porque fue a horas de la noche, cuando las personas ya estaban descansando. A expresarnos libremente. El derecho a la libre movilidad de las personas de ese momento. Además, nos violan el derecho a votar. Y, además, el derecho a la vida, porque pusieron la bomba en la vía que conecta al Valle por la zona norte a Popayán.