“La cárcel del subdesarrollo” es un concepto que sugiere que algunos países están condenados a permanecer en un estado de pobreza, desigualdad y falta de desarrollo en cuanto a lo social y económico.
Considero que esta idea puede ser vista como una barrera que impide el progreso de los países y perpetua las etiquetas que hoy en día y a lo largo de la historia han existido sobre lo que consideramos “mejor o excelente”.
Esta idea hace que se defina quién está arriba y quién se encuentra por debajo y sobre todo quién es considerado ante el mundo superior a los demás.
Colombia es un ejemplo de un país que enfrenta diversos desafíos, como la pobreza, la desigualdad, la delincuencia, entre otros aspectos, pero que también es considerado como uno de los países con más riquezas naturales y culturales, pero sigue siendo un país en vías de desarrollo.
Sin embargo, esto no quiere decir que Colombia o cualquier otro país no puedan alcanzar la denominada “excelencia”, todos los países tienen el potencial de crecer y desarrollarse, con la ayuda y oportunidades necesarias.
En el texto se declara que “la excelencia no es un privilegio de las naciones prósperas, sino de un estado de ánimo que todos los hombres pueden llegar a alcanzar”. Esto demuestra que el crecimiento y el desarrollo está presente en todos los países, independientemente de su situación.
Es por lo que considero que el término subdesarrollo, puede ser una limitación mental que impide que todos los países con esta etiqueta crezcan y se desarrollen.