En la cumbre de la U con Santos, como jefe natural de su partido, el pasado 26 de julio en la Casa de Nariño, el senador más votado del país, Musa Besayle, rompió su discreción acostumbrada en este tipo reuniones y dejó ver su molestia por la situación judicial de amigos suyos. Advirtió en tono firme no estar dispuesto a dejarse endilgar ni a él ni a otros congresistas pecados ajenos en el caso Odebrecht para salvar a nadie, como sucedió con el Presidente Samper y el proceso 8000.
Se refería a los delitos que empiezan a configurarse, según la Fiscalía, por el trámite de la adición de la ruta del sol, la vía Ocaña-Gamarra y que salpicaría a congresistas y funcionarios del alto gobierno. Se sabe que la semana pasada el Presidente recibió privadamente al senador cordobés en la Casa de Nariño, al tiempo que evadía referirse al caso del Ñoño Elias, otro de sus aliados claves para lograr la reelección.