En el año 2000 cuando Enrique Peñalosa fue alcalde de Bogotá por primera vez, tomó una drástica decisión contra el club capitalino: expropiar su cancha de polo para convertirla en un parque público. Desde entonces arrancó una batalla legal entre el Distrito y lo socios del club que ha tenido varios capítulos. Primero pasó por el juzgado Segundo Civil del Circuito que avaló la decisión; luego por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca que confirmó el fallo de primera instancia y en 2014 el Consejo de Estado ratificó la decisión judicial pero con una condición: Se le debía reconocer un lucro cesante además de la indemnización por la expropiación. Desde entonces comenzó el avalúo que, según se ha conocido, asciende a los $190 mil millones de acuerdo al peritazgo del Instituto Agustín Codazzi. En caso de que Peñalosa desista deberá reconocerle al club el valor del lucro cesante del predio.
La cancha de Polo del Country Club le costará a Bogotá $190 mil millones
La decisión de expropiar el predio que ha querido volver realidad Peñalosa desde su primera alcaldía, le significará al distrito una millonada