Ya de por sí el servicio y la atención a los usuarios de las EPS son deficitarios. Nunca hay especialistas, las citas de medicina general son rápidas y muchas veces inútiles, solo recetan acetaminofén, hay que rogar para un examen especializado… Todo esto no hace sino poner talanqueras a un servicio que es un derecho fundamental. Esto, además, se ve agravado con la famosa atención en línea o a través de portales virtuales.
No se entiende por qué quienes gestionan estos sitios no se han enterado que obviamente la mayoría de los usuarios que acuden a los servicios de salud son viejos, muchas veces solos, porque la vida es así, porque en la ancianidad ya no se cuenta con personas de apoyo muchas veces, porque los hijos están lejos, o también están mayores y no les pueden ayudar, o porque los nietos están en sus asuntos.
Y sí, el mundo cambio, la virtualidad forma parte de este mundo posmoderno, sin embargo, para la gran mayoría de los usuarios de las EPS esto se vuelve un obstáculo insalvable a la hora de solicitar una cita, pedir una certificación, gestionar una autorización. No solo porque cuando se está viejo también se está desactualizado, sino porque estos portales tienen la virtud de estar especialmente diseñados para que sea complicado su acceso.
Ningún sitio web más enrevesado que uno de salud. Eso de pedir que personas de más de 80 años generen contraseñas, y además las recuerden, es casi una burla, o que accedan a la app y gestionen sus requerimientos de salud es ofensivo, solo demuestra el poco respeto y consideración que se tiene hacia los pacientes.
Pretenden las EPS e IPS descongestionar sus servicios de atención presencial, pero no dan herramientas para ello. Y cuando el paciente, muchas veces en estado calamitoso, acude personalmente, después de esperar eternidades para que lo llamen, lo devuelven, no le explican bien, lo tratan con displicencia y hasta con desprecio porque no entiende, o muchas veces no oye, lo que la asistente, de manera rápida, desconsiderada y desatenta, le está dizque informando.
Sería de muy buen recibo que al menos en este tópico se hiciera algo para hacer más accesible la atención y para evitar humillar al pobre enfermo, quien además de sus dolencias tiene que cargar con el estigma de ser un analfabeta tecnológico, y a quien lo único que le queda es desesperarse o se enojarse porque siente que sus posibilidades de atención se cierran aún más por culpa de este tipo de atención que se le pretende imponer.
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