Como bien dijo Néstor Julián Vélez, el colombiano que prefirió quedarse en Wuhan en lugar de regresar al país repatriado por el gobierno, el Coronavirus no es ni el apocalipsis ni el fin del mundo. En el pasado han habido epidemias similares como el Ébola en África o el Ántrax en los años posteriores a los atentados del 11 de septiembre ¿y qué pasó? nada. El mundo siguió andando y la raza humana no se extinguió. Ciertamente, la amenaza del Coronavirus es más una cortina de humo que utilizan los noticieros nacionales para evadir los temas que verdaderamente deberían tocar.
Solamente la semana pasada, Aida Merlano dio unas explosivas declaraciones que, sean verdad o no, ameritan que algún periodista hiciera la investigación para corroborarlo o desmentirlo. Si el periodismo en Colombia le brindara algún servicio a la sociedad y no fuera simplemente mercadeo partiendo de rating, ya habría más de uno en Barranquilla averiguando qué tan cierto es lo que dijo la ex congresista. Al menos la justicia colombiana, en cabeza del Fiscal General, ya desestimó las declaraciones de Merlano. Es decir, el día de mañana los Char podrían poner un presidente y todo seguirá como si nada hubiese pasado.
No menos grave es la situación en el Chocó, donde hay cientos de niños muriéndose por el dengue. Sin embargo, los medios nacionales prefieren hablar de una enfermedad en la lejana China, que de los problemas que nos afectan en nuestra propia tierra. El día que el Coronavirus se convierta en un peligro real para Colombia, ya nos habría matado el hambre, la corrupción o la desidia de nuestros gobernantes. Sin embargo, para RCN y Caracol es más importante un virus al otro lado del Pacífico.