La educación en su mayor expresión es el vehículo por el cual las personas participan para crecer como ciudadanos, es ese proceso de formación continuo que se da ya sea en un aula de clase o bien sea en la cotidianidad. Cabe decir que esta es un área de estudio bastante trabajada por los académicos. Para empezar, lo fundamental sería que delimitemos el concepto de calidad. Según la Real Academia Española significa: propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo, que permite juzgar su valor.
Después de tener claro este concepto es fundamental hacer ciertas apreciaciones desde el campo educacional, lo que significa que en esta parte la educación se puede determinar como un proceso de integración del individuo en la sociedad, y que dentro de este proceso educativo existirá siempre un educando y un educador; siendo este segundo un adulto integrado en una cultura, en una sociedad determinada.
El concepto de educación tiene un sin número de definiciones que se ven reflejadas en los diferentes manuales pedagógicos o en los distintos puntos de vistas expuestos por autores que han echado un vistazo más profundo en el tema; pero a pesar de las diferentes consideraciones y los diversos puntos de vista, existe un aspecto donde estas definiciones centran sus mirada y analizan a la educación partiendo de la integración del individuo en la sociedad. Autores como Aristóteles hacen énfasis en la importancia del individuo en la sociedad y definen la educación como “aquel proceso de carácter algo material y que entiende que solo mediante la relación del individuo con otras personas se puede hacer un hombre: si esta relación es cualificada puede llegar a ser un buen hombre”.
Asimismo, en las sociedades primitivas se podía apreciar cómo los niños aprendían de la relación que sostenían con sus padres, amigos, familiares, y las diferentes personas que conformaban parte del contexto donde estos se desenvolvían. Todos estos conocimientos adquiridos se impartían de una forma espontánea donde el niño aprendía de la experiencia y la interacción con su medio. La enseñanza de la época se centraba en una educación diferenciada, en donde los niños asimilaban las cosas de los hombres y donde las niñas realizaban todo lo relacionado con las actividades de las mujeres. A medida que la sociedad fue ganando en complejidad y adelantos sociales, la educación pasó de ser algo espontáneo a formalizarse en una serie de instituciones formales. Es aquí donde nacen las diferentes entidades de educación formal que basan su educación en un conocimiento que se fundamenta en socializar al individuo.
Por lo tanto, en lo que respecta al tema de la calidad educativa en Colombia se considera que esta debe estar fundamentada desde una perspectiva de carácter socializador, ya que en los diferentes espacios y tiempos donde se ha desarrollado la educación en nuestro país se ha evidenciado que lo educativo se encuentra ligado con lo social. Por lo tanto, para lograr una educación de calidad se requiere hacer cambios significativos desde la parte educativa, ya que en estos tiempos enfrentamos retos en cuanto al verdadero sentido de educar. En consecuencia, es vital tener presentes los valores, el sentido de la vida y la realidad social que vivimos para ejercer en los educandos una mentalidad de sentido de pertenencia, formando al hombre con sentido social que contribuya al desarrollo de la sociedad y de su cultura desde una perspectiva crítica y reflexiva que aporte a las dificultades o problemas que se presentan en su entorno mediante posibles soluciones.
La educación en todo su esplendor arroja como resultado al hombre integral para vivir en sociedad. Sin embargo, esta nos permite comprender el verdadero significado que tiene el tener una buena calidad educativa, ya que de esta depende el desarrollo y avance de nuestro país. En consecuencia, es fundamental que busquemos y apliquemos los mejores métodos y estrategias educativas que nos permitan formar a nuestros niños y jóvenes con los más altos niveles académicos, puesto que se considera que si tenemos una sociedad bien educada tendremos personas con altos niveles intelectuales y por ende seremos una sociedad bien organizada y progresiva.
Pero debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿qué procesos se deben implementar para mejorar la calidad de educación en los estratos menos favorecidos y lograr así una educación equitativa?
En las últimas décadas, el sistema educativo colombiano ha puesto la educación como prioridad para mejorar la prosperidad económica y social del país y ha prometido más recursos para este sector que para cualquier otra área de política. Ya ha dado grandes pasos para ofrecer una educación incluyente y de calidad. Ha logrado alargar el tiempo que los niños colombianos van a la escuela, y ha garantizado que más niños ingresen al sistema desde edades más tempranas y continúen hasta la educación superior, en particular, entre los más desfavorecidos. Y ni qué hablar de las brechas del sector educativo entre los jóvenes de las grandes urbes y los que residen en el área rural.
Sin embargo, en nuestro país la expectativa de vida escolar de los estudiantes en condiciones de pobreza son mucho más bajas que las de familias de estratos altos. La baja calidad de la educación es un factor determinante de este retiro progresivo. Un apoyo deficiente del aprendizaje desde el principio deja a demasiados niños sin unas bases sólidas, por tanto, deben esforzarse al máximo para progresar a un ritmo aceptable, tienen que repetir años o desertar del todo.
Hoy en día en Colombia es común escuchar en las estadísticas que niños a temprana edad abandonan nuestras instituciones educativas, por las situaciones sociales que se están presentando en su entorno y como la falta de herramientas económicas hacen de la educación de nuestros estudiantes un calvario.
Casi al mismo tiempo nos encontramos con estadísticas de deserción escolar, al igual que noticias donde vemos las pésimas condiciones que tienen que confrontar nuestros estudiantes para recibir sus clases. También es común observar las odiseas que jóvenes y niños realizan a diario para recibir sus lecciones, en muchas ocasiones exponiendo su integridad personal. Es casi cotidiano encontrar a profesores llevar a cabo sus clases con herramientas poco funcionales o poco adecuadas para el desarrollo de la actividad docente.
Es muy difícil alcanzar la calidad educativa en nuestro país cuando vemos cómo nuestros estudiantes se ven inmersos en un sinnúmero de problemáticas sociales que hacen de este camino uno lleno de obstáculos casi imposibles de superar. Se hace necesario implementar reformas que no se queden en el papel, reformas que tenga un gran impacto en el desarrollo integral del niño. No solo basta con estipular un rosario de artículos que solo cumplen su función en los libros, necesitamos una verdadera aplicación de todas aquellas reformas que se están estacando en el papel. Ya es hora de que se comience a ver la calidad educativa desde lo social, cultural, económico y político. No dejemos a nuestros estudiantes sin herramientas con que defenderse o como el soldado que es mandado a la guerra sin su fusil. La calidad educativa es un proceso que inicia desde el primer bocado de comida, hasta el dormir por las noches de nuestros estudiantes.