La periodista Patricia Villegas acompañó paso a paso la agonía del presidente Hugo Chávez hasta su muerte el 5 de marzo del 2013 en el Hospital militar de Caracas. Estuvo siempre en contacto con Adán, el hermano del comandante-presidente y por su cercanía pudo llegar hasta el Hospital Militar de Caracas. Apenas entraba cuando recibió de sopetón la noticia: Hugo Rafael Chávez Frías acababa de morir. Sin saberlo, resultó ser la única comunicadora allí, en ese dramático momento para Venezuela. Presenció las hordas de simpatizantes del Comandante Supremo agolparse en la entrada. Quería llorar, a solas, pero no podía; su obligación era informar. El dilema entre lo humano y lo noticioso la colocaron en el momento más difícil de su carrera como periodista. Durante dos años guardó luto por el Comandante.
Patricia Villegas se vinculó a Telesur cuando éste era solo una idea. Vivía en Cali cuando en el 2004 la contactaron con el propósito de construir una red de periodistas latinoamericanos. La cita inicial para compartir el proyecto fue en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón. Aceptó sin dudarlo, decidida a trasladarse a vivir a Caracas a emprender la desafiante aventura comunicacional que Hugo Chávez se había trazado como un esfuerzo prioritario para defender la revolución.
Graduada de la Universidad del Valle, con estudios en la Escuela de San Antonio de los Baños de Cuba y en el Instituto Ciespal de Ecuador, Villegas llegó como directora ejecutiva. Recuerda aún las horas previas a la inauguración de Telesur, las dos noches en vela terminando los libretos de los dos noticieros de 25 minutos de los cuales con los que salían al aire. Había más de doscientas personas en los estudios pendientes de la primera emisión ese 11 de julio del 2005.
Villegas cerró los ojos y se hizo al lado del periodista brasilero Beto Almeida cuando escuchó la ansiada frase: “Ya está en el aire, la señal de Telesur ya está en el aire”. Unos meses después, en octubre, conoció a Hugo Chávez y de ese primer encuentro le quedó un recuerdo en el que coinciden todos los que conocieron al líder: “era un hombre de considerables proporciones”.
Su vínculo con el Chavismo se afianzó aún más en el 2010 cuando se casó con Ricardo Menéndez, entonces Ministro del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias y Vicepresidente para el área Económico Productiva. Un año después sería elegida para reemplazar a Andrés Izarra en la dirección del canal. El nombramiento despertó los más feroces comentarios. Medios opositores al chavismo afirmaban, demeritando sus méritos profesionales, que había alcanzado esa posición gracias a su relación con Menéndez; se margaban con sus supuestos privilegios frente a unos reporteros que ganaban poco.
El 14 de abril del 2012 nació su hijo Simón. Era un año complicado. Había elecciones en Venezuela y, además, tenían reporteros en Libia siguiendo los acontecimientos del país después de la muerte de Gadafi. Mientras recibía llamadas de sus corresponsales y estaba atento de las novedades electorales de Venezuela, Villegas amamantaba a su pequeño hijo, mientras su mamá caleña la apoyaba en el cuidado de Simón.
El ascenso de Telesur llegaría hasta la muerte de Hugo Chávez. Luego, cuando la ola de la izquierda que azotó a América Latina fue cediendo después de la destitución de Dilma en Brasil, y del Kirchnerismo en Argentina, la crisis del petróleo, el desfonde económico del pais que coincidió con la llegada de Maduro el canal quedó debilitado. Esto se ha traducido en una merma en la contratación de personal, en sueldos de algunos empleados y en la calidad de la información; ya no tiene los rutilantes documentales que le dieron un tinte de calidad indiscutible.
Ahora, con el desespero de la gente, las protestas arreciando en Caracas contra el gobierno de Nicolás Maduro, Telesur es el único medio que está en las calles mostrando el otro lado de Venezuela, la que no trasmite los canales internacionales; que también existe. Aunque el sueño de Chávez de armar CNN de izquierda, bajo el eslogan de Nuestro Norte es el Sur, no se cumplió, es el último bastión de la información chavista. Patricia Villegas sigue firme, imperturbable, los que parecen ser los últimos días del chavismo y que seguramente tendrá, como periodista, que trasmitir en directo.
