El 30 de mayo de 2010, la Ola Verde alcanzaba su altura máxima y amenazaba con ganársela a la fuerza política más importante del siglo XXI: el uribismo representado por Juan Manuel Santos, el ungido de Álvaro Uribe. Los astros parecían alienarse con la dupla de Antanas Mockus y su fórmula vicepresidencial, el profesor Sergio Fajardo.
En 2007, Fajardo culminaba su periodo en la alcaldía de Medellín con una aprobación del 90% con resultados tangibles en la ciudad y su lema de ‘cero corrupción’ y proyectos educativos y de cultura ciudadana. Fue un palo electoral que no marcaba en las encuestas.
No era para menos, había dedicado su vida a la academia como profesor de matemáticas en universidades desde Los Andes hasta La Nacional. Este fue su primer cargo de elección popular y para el 2010 parecía listo para gobernar el país. Se lanzó a la presidencia por su movimiento Compromiso Ciudadano, el mismo con el que se lanzó al agua por primera vez a la alcaldía de Medellín en el 2000.
Decidió aspirar a la Presidencia para competir con Juan Manuel Santos, el candidato de Uribe para sucederlo y el profesor Antanas Mockus por el Partido Verde. Su primera medición de su fuerza a nivel nacional fueron las legislativas del 4 de marzo de 2010, con una lista al Congreso que llamó Selección Colombia, pero solo obtuvo 300 mil votos y no le alcanzó para una curul en Senado o Cámara. Este revés electoral y la presión de sectores que lo habían apoyado desde Antioquia lo llevaron a desistir de su aspiración y adherir al candidato del partido Verde Antanas Mockus, el popular ex alcalde de Bogotá.
Se unieron también a la Ola Verde jalonada por el entusiasmo de Antanas Mockus, Enrique Peñalosa y Lucho Garzón. La llegada de Fajardo como su fórmula vicepresidencial fortaleció aún más la propuesta, hasta que un accidente en su bicicleta se le atravesó en el camino. Faltaban veinte días para la elección.
El 8 de mayo de 2010, Fajardo, un ciclista experimentado sufrió un complicado accidente cuando entrenaba en Rionegro, en la zona donde entonces vivía. La caída le ocasionó una grave fractura de cadera izquierda.
La recuperación de Fajardo lo sacó de la campaña, no volvió a las calles a hablar con la gente y volantear, la estrategia que siempre le funciona. No tuvo más remedio que guardar reposo en su casa de Rionegro donde entonces vivía con su primera esposa Lucrecia Ramírez. No podía si quiera apoyar el pie. Recurrió entonces a las muletas para movilizar y asistir a las reuniones de la campaña para acompañar la pelea electoral y conectado con las redes sociales. En ocasiones los simpatizantes aparecían con un hablador con su imagen.
Antanas Mockus pasó a segunda vuelta, con 3.134.222 votos, el 21.51%. Aunque Juan Manuel Santos lo duplicó con 6.802.043, el 46.67% de sufragios, la dupla derrotó al candidato de Cambio Radical, Germán Vargas, casi que doblandolo. Solo alcanzó 1.473.627 votos a pesar de su gran trayectoria.
Fajardo no alcanzó a recuperarse para la segunda vuelta y Mockus recorría las regiones solo llevando la foto de su fórmula vicepresidencial en un cartón –un hablador-. como una manera de tenerlo presente.
La segunda vuelta no salió bien para Mockus, errático e inseguro en los debates frente a una Juan Manuel Santos agresivo y con todo el apoyo del gobierno de Álvaro Uribe, quien además tomó el camino de la propaganda negativa orientado por el venezolano JJ Rendón. Pensó en algún momento traer a cuenta la enfermedad el Parkinson de Mockus que empezaba a dar las primeras señales. Le sacó incluso comercial enfatizando el ateísmo de Mockus en el que le salían cachos y cola como si fuera el mismo Satanás. La derrota fue inevitable. Santos superó Mockus con una diferencia de 6 millones de votos.
Un año después, Fajardo recuperado del accidente, Fajardo regresó a la política presentándose a la gobernación de Antioquia, de nuevo con su estilo de campaña solitaria con el volanteo, esta vez desplazándose austeramente en un jeep por las veredas del departamento. Fue el palo electoral nuevamente al conseguir derrotar al candidato conservador, en una región azul, al también exalcalde de Medellín Luis Alfredo Ramos.
Las grandes jornadas en bicicleta habían quedado atrás, no así sus recorridos de ciclista amateur que nunca ha abandonado y que en esta campaña presidencial desplazó al departamento de Boyacá donde pasa los fines de semana donde su nueva pareja, María Ángela Holguín residía, en Villa de Leyva. Tiene el ciclismo y la bici tan en su corazón que el slogan de su campaña, después de la consulta del Centro Esperanza en la que resultó ganador, es la remontada, aludiendo a la superación de las duras cuestas, algo que Fajardo ha hecho en la vida, la política y el deporte.