En el 2010, cuando estaba en la cima del mundo, el sacerdote Jesús Hernán Orjuela tenía esta información sobre él mismo en su Facebook: “Para alcanzar al mundo entero Dios escogió a un sacerdote colombiano nacido en el Tolima, tierra firme. Con la sencillez de un verdadero apóstol y la sabiduria de un maestro, el padre Chucho acoge a la oveja que busca amor y RCN es el canal que facilita esa labor apostólica en el mundo entero".
Se había hecho famoso al lado de Jota Mario Valencia en el programa Muy buenos días y, con discos infantiles grabados por él, un programa Talk Show que marcaba rating en la parrilla de televisión, la misa de los domingos que aparecía en los canales nacionales y misas de sanación que hacía en su parroquia Jesús Amor Misericordioso, en Castilla, barrio del Suroccidente bogotano, y en Reina del Carmelo, a donde también daba la eucaristía de las 7.30 a.m, cobraba 20 mil pesos a niños o ancianos que querían curarse. Su principal carta de presentación era que una vez había ido con Jota Mario Valencia a la casa de Pacheco, él le puso las manos en la cabeza y le espantó la muerte que ya venía rondando al mítico presentador. También le hizo el milagro presuntamente a la mamá de Diva Jessurum y le había curado el cáncer al ya retirado humorista Hugo Patiño.
Mientras duró su fama en RCN la parroquia de Jesús Amor Misericordioso se llenaba los domingos con Primeras Comuniones y bautizos colectivos. El tono del padre en esa época no era precisamente el de un apóstol del señor. En uno de esos bautizos colectivos, según un artículo publicado en la revista Soho, mandó a callar a los niños que lloraban a esa hora diciendo “esto no es un establo, es una iglesia”. Pero su fama se interrumpió abruptamente. Alguien que pintaba para ser un nuevo santón colombiano terminó fuera de RCN en septiembre del 2011 en circunstancias que nunca fueron aclaradas.
A partir de allí el Padre Chucho ha intentado de todo para seguir mojando prensa. En el 2015 volvió a ser noticia porque una presunta Secta de Gokú boicoteó su eucaristía en la iglesia Jesús Amor Misericordioso. El padre salió en medios diciendo que los miembros de la supuesta secta habían entrados dispuestos a destruir la iglesia y a matar al Sacerdote. Cuando la marea bajó se supo qué había ocurrido, se trataba de una confusión. La manifestación contra la iglesia la lideró Jorge Gonzalez, un desarrollador de Software que tiene un hobby: hacerles la vida imposible a los creyentes más recalcitrantes de Bogotá. En ningún momento hubo una intención de agredir al padre o a los feligreses.
El Padre Chucho también protagonizó varios escándalos. Fue acusado de haberle robado a la mexicana Susana Diaz, detenida por traficar droga en la cárcel Buen Pastor de Bogotá, una obra de arte que ella misma pintó. Hace unos meses el padre Chucho intentó captar de nueva la atención mediática infructuosamente anunciando un nuevo ataque de sectas ateas en su iglesia del Barrio Castilla. Según Jazmín Mora, una de sus feligreses, rompieron los vidrios de las oficinas, del santuario y del auditorio, además de la habitación del sacerdote. En los últimos años ha atacado cada vez que ha podido el gobierno de Santos. Al presidente saliente lo ha criticado porque cree que es una persona “muy postiza” categoría que también le endilga a su esposa Maria Clemencia. Fue un crítico encarnizado al proceso de paz con las FARC y cada vez se le ha visto más cercano al uribismo.
El padre Chucho, quien en su momento de popularidad máxima llegó a pensar a lanzarse a la gobernación de Cundinamarca, la alcaldía de Bogotá y hasta la Presidencia, ahora parece hacer cualquier tipo de declaración con tal de aparecer en cámaras. Su último intento ocurrió el fin de semana pasado cuando le dijo al programa de chismes La red de Caracol que lo habían llamado de parte del presidente electo Iván Duque para exorcizar la Casa de Nariño, noticia que fue desmentida inmediatamente por parte de la oficina de prensa de Duque. El padre Chucho realizó en el 2016 unos cursos en el Vaticano para exorcizar espíritus malignos. Fue uno de los seis sacerdotes elegidos por Colombia. Inexplicablemente el padre Chucho se echó para atrás y afirmó que nadie lo había llamado. El padre tal vez logró su cometido, volver a recuperar un poco de su popularidad perdida