Resuenan los Tambores de la Resistencia. Así se llaman, así les pusieron, así los sienten. Los Tambores de la Resistencia nacieron en medio de la construcción de un viaducto que dejaría aislada a la Boquilla, sepultada bajo una gigantesca estructura de concreto. Los tambores que construyeron los hicieron con los residuos que dejó la inmensa obra. Nuevamente: los llamaron LOS TAMBORES DE LA RESISTENCIA.
Suenan miles de tambores que palpitan dentro de los nativos de la Boquilla, que resisten. Suenan, resuenan y se amplifican; se resisten a ser desalojados por la voracidad capitalista que hoy en día, en pandemia, no son más que unos cuerpos vacíos, unos inmensos cementerios sin vida que se alzan y se imponen dentro del paisaje, con sus lúgubres e insípidas fachadas blancas.
La Boquilla es pobre, pero vive tranquila, alegre, y encuentran su sustento en las posibilidades que les ofrece su tierra. Este territorio pertenece a las miles de personas que nacieron y lo han habitado desde siempre. Sus habitantes son en su gran mayoría pescadores, de esta fuente logran sostener a sus familias siendo la Ciénaga su sustento de trabajo.
Este Miércoles a las 9:00 am, los invitamos a un Facebook Live por la manifestación cultural de la Boquilla y la defensa de su titulación colectiva.
Por la defensa del Título de propiedad del Territorio Colectivo de Consejo Comunitario de la Boquilla.#laboqullanoestásola
Posted by PCN-Proceso de Comunidades Negras en Colombia on Tuesday, September 1, 2020
Le podría interesar:
Los pescadores de la Boquilla, acorralados por las urbanizaciones top de Cartagena