El chisme o la murmuración es una actividad realizada por cientos de personas en escenarios en los que desarrollan relaciones de amor, amistad o trabajo, que consiste en hablar negativamente (casi siempre) de un individuo con un receptor, esto por emociones que los 2 actores puedan tener en común sobre un tercero que evidentemente no hace presencia física en el intercambio de información.
Las organizaciones o empresas suelen ser el espacio predilecto para que 2 o más colaboradores den rienda suelta a la imaginación sobre otro ciudadano y la expresen verbalmente, por lo general en tono de voz bajo para no ser escuchados por un tercero o la(as) misma(s) persona(s) que están siendo objeto del rumor.
Ello puede tener varias causas, pero la principal es por el sentimiento de envidia u odio hacia alguien, también porque las demás personas aparentemente no tienen el ritmo de trabajo tan veloz como los participantes del chisme, o su comportamiento (bueno o malo) no es moral o socialmente aceptado dentro del contexto donde se desarrolla la actividad de empleo, y lo consideran como amenaza para los intereses de un grupo de empleados.
Ante esta situación, los directores del área de Gestión o Talento Humano, psicología, comportamiento laboral, o como la empresa le denomine a la dependencia encargada de velar por la salud mental de los trabajadores, que se ven sofocados por las actividades propias del cargo que ocupan, deben crear e implementar estrategias que generen conciencia sobre la importancia de ser discretos con lo que se dice o haga sobre un individuo, pues podrá afectar en su dimensión emocional y la convivencia entre miembros de la organización que velan por el interés común.