Al parecer el secreto ya lo conocen varios. Decenas y decenas de personas lo han ido contando en voz baja para que no desaparezca el encanto: en el centro de Bogotá, en la carrera 13 entre calles 16 y 17, hay una bodega oculta de electrodomésticos la cual despierta la curiosidad de aquellos cazadores de ofertas. Se llama El Grupo Mansión, y para quienes no la conocen, es un lugar lleno de electrodomésticos nuevos, de toda clase, con precios que parecen un error de cálculo.
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Afuera, es tradicional el ruido de los carros que pasan por la carrera 13 y el paso apurado de la gente que va de norte a sur, mientras que adentro de la bodega, solo se escucha el murmullo de quienes han llegado temprano, porque en ese lugar, según lo han dicho, el tiempo es un enemigo: lo que hoy está exhibido, lo más seguro es que mañana ya no esté.
En esta gigante bodega hay lavadoras, extractores, secadoras y estufas desde 500 mil pesos. También hay televisores de diferentes tamaños, y todos con gigantes descuentos y precios bajos. Por ejemplo, una nevera que en una gran superficie valdría un millón más, pero en esta bodega la misma nevera espera por un comprador que entienda la premura. Hay nevecones que han bajado de seis a cuatro millones y quienes lo saben no preguntan dos veces.
El precio tiene su propia historia. Un pequeño rayón en la puerta, un golpe casi imperceptible en una esquina, detalles que en otras vitrinas condenarían a estos artefactos al olvido, aquí son la clave del negocio. Descuentos por imperfecciones. El comprador observa, duda, pasa la mano por una lavadora que tiene un arañazo mínimo, y entonces lo decide: es el momento en que el descuento vale la pena.
No hay aviso ostentoso en la fachada. No hay comerciales de radio anunciando los descuentos. Es el boca a boca el que mantiene viva la historia de esta bodega oculta. Quienes la conocen se resisten a revelarla, como un truco que perdería magia si demasiados lo supieran. Pero siempre hay alguien que llega por primera vez, desconfiado al inicio y asombrado después. Quienes aprovechan se van con un electrodoméstico nuevo para sus casas y con la sensación de haber descubierto algo que no debía ser descubierto. Y así, el ciclo continúa.