Para muchos la biblioteca es el lugar de encuentro, el sitio donde pueden compartir con los amigos, disfrutar de un espacio de entretenimiento y el escenario claramente perfecto para la lectura. Sin embargo, hay quienes vieron en ella su segundo hogar.
Con la mirada puesta en la sonrisa de los niños que día a día visitan su “casa”, cómo la ha llamado Marivel Parada una madre de familia que desde hace 14 años se ha dedicado al mundo de los libros en la biblioteca pública Jorge Gaitán Durán y Eduardo Cote Lamus del municipio de Pamplona; su trabajo más que eso, es el reflejo del amor que tiene por las letras y la lectura.
Para ella su labor es tener cada día más lectores y personas interesadas en los libros y hacer de la ciudad mitrada, una capital lectora. “Para mí no hay otro trabajo que sea tan respetable, tan culto, tan intelectual como la biblioteca, y pues uno hace amistades de verdad verdad, en la biblioteca” acotó con una sonrisa de orgullo.
Todos los días Marivel realiza diferentes actividades para promover la lectura en su municipio. Éstas van dirigidas a niños, jóvenes y adultos, de todos los estratos y todas las condiciones. “La biblioteca hoy en día está muy viva, el cambio ha sido grandísimo, uno mira las necesidades de la comunidad y trata de llegar a todo tipo de población”.
Mientras Marivel disfruta de la compañía de sus asistentes; en las montañas de la tierra cafetera de Toledo. Vive acompañado de talentos que todos los días van a la biblioteca Eduardo Cote Lamus, a leer un buen libro o a participar de las clases de canto o baile que promueven desde la casa de la cultura.
Lucho lleva 10 años en la biblioteca y desde el momento en que lo llamaron para trabajar allí, su vida cambió. “Pasé de repartir los recibos del acueducto, a ser el bibliotecario del pueblo”. Afirma, con el rostro lleno de alegría.
Su trabajo constante y dedicado a los lectores de su pueblo lo ha llevado a ser ejemplo de sus compañeros no sólo en Norte de Santander, sino el todo el país. Ha sido invitado para contar su experiencia con uno de los proyectos más ambiciosos del Ministerio de cultura, con el proyecto biblioteca escuela.
Desde su biblioteca, Lucho recibe a todos los toledanos, que con ansias de conocimiento, duran alrededor de una hora y mediaen el recinto, disfrutando de la magia de los libros. “En la actualidad entra de todo a la biblioteca. Hemos cambiado la versión, la opinión de los jóvenes, de que no leen que son perezosos”. Cuenta el bibliotecario.
Marivel y Lucho tienen mucho en común, ellos son de los bibliotecarios más antiguos del departamento. Cada uno desde sus municipios ha dedicado amor y cuidado a la biblioteca y a sus usuarios, fortaleciendo los conocimientos de los habitantes demostrando que la biblioteca no es el lugar a donde podían llevar a los niños como castigo por haberse portado mal o por no haber sacado buenas calificaciones; todo lo contrario, que este espacio de diversión para compartir con los amigos y pasar un rato ameno es perfecto.
La cultura ha cambiado, ahora son más los usuarios de las bibliotecas. Las diferentes actividades que se realizan han generado una nueva perspectiva y han modificado la manera de ver a los libros. Los programas de lectura en voz alta con diferentes poblaciones los han sacado de las cuatro paredes y lo shan llevado a los hogares, colegios, instituciones y hasta empresas, donde los libros ahora vuelven a ser una prioridad. Todo esto gracias al amor que cada uno de los bibliotecarios tiene por su trabajo, viendo a la biblioteca con una mirada de amor.