Por ser la casa cultural de los cucuteños y rodar por todo Norte de Santander quedó de segunda en Premio Nacional de 1404 bibliotecas.“Yo voy por el centro, y entro un momentico a la biblioteca. Le pregunto a los celadores: ¿qué hay hoy?” Muchos cucuteños entran a tomar el fresquito o a escapar del sol. Y mientras tanto, se nutren de su ambiente. “Cuando usted entra a la biblioteca, se respira el tema de cultura, hay alguien por ahí con un libro, hay fotos” describe un cucuteña la biblioteca que tiene 95 años, y que hoy ocupa una manzana completa en pleno centro, frente al parque que todos llaman al que le dicen Colón, aunque se llame La Victoria.
La casona que fue un hospital durante mucho tiempo es Patrimonio Nacional, queda en un punto estratégico, cerca la Gobernación, la Universidad Simón Bolívar, el Colegio María Auxiliadora y el Colegio Nacional de Comercio. Precisamente cerca de la única avenida cero que hay en el mundo.
En agosto de este año se ganó a Bogotá y a Medellín el premio Daniel Samper Ortega por abrirle la puerta a todos los cucuteños sin importar la edad o la profesión y ofrecerles libros, ferias, celebración del día del idioma, la raza, sala tecnológica para ciegos y sordos, ludoteca, encuentros internacionales de cuentería, sala TIC, exposiciones y conferencia, emisora, centro de producción audivisual, cursos de formación artística y cultural, y conciertos de bandas locales. A mediados del año pasado, la banda Lisa Reggae y la Biblioteca organizaron Rock al Catatumbo. La entrada eran alimentos para los campesinos que estaban en paro en el Catatumbo.
Los 50 millones premiaron también a la biblioteca por rodar a todas las calles de Cúcuta y llegar a los barrios más vulnerables, sus veredas y corregimientos con la Biblioteca Express. Cuenta uno de sus funcionarios, Gilberto Pabón Sandoval, que en Paz y futuro, Fortaleza, La Delicia, La Esmeralda y en corregimientos como Puerto Santander, Carmen de Tochalá, Palmarito, llevan los libros a la población, especialmente a los niños.
Cuando nosotros llegamos, dice Gilberto, lo primordial es romper el hielo con ellos. Con juegos y canciones ellos se van soltando. Luego hacemos grupitos para la promoción de lectura, después una dinámica. Si hicimos una lectura de un sapo enamorado, luego hacemos algo divertido sobre los sapos. Todos participan. Y así conquistan la curiosidad y el afecto de los niños por los libros, como Karen, una niña que se metió debajo de las llantas del carro cuando la biblioteca rodante se iba.
La BiblioRueda son pequeños camiones por los que la biblioteca transita por trochas, caminos de herradura y por puentes caídos a los corregimientos para así llegar hasta las veredas donde se tiende una carpa exponiendo los libros y otros materiales de actividades pedagógicas. Nelson Eduardo Orduña Moreno narra que este año han estado en doce o trece municipios, entre ellos Sardinata, Herrán, Tibú, Chinácota, Zulia, Los Patios, San Cayetano, Toledo, Labateca, Ragonvalia y entre otros.
La biblioteca está reconstruyendo la identidad cultural del departamento. Por ser frontera, Norte de Santander tiene mucha diversidad cultural, gente de Venezuela, la costa, los paisas. Hace poco, llegaron al parque Santander al parque principal, frente de la catedral, muchos artistas de Venezuela vienen a hacer teatro, clown, y bailes de hip hop pero nadie los apoyaba pero La biblioteca sí lo hizo, como a todos los que hacen danzas, cuentería y muchos otros actos o muestras culturales.
Se articula con otras entidades, tanto nacionales como departamentales para trabajar en todo la región para proyectarle a la ciudadanía de que la cultura nortesantandereana se debe rescatar. Por ejemplo, la biblioteca es la coordinadora de 51 bibliotecas del departamento, tiene el centro de producción audiovisual que hace parte del Proyecto “Las fronteras cuentan”. El Ministerio de Cultura gestionó que Japón donará excelentes equipos de producción audivisiual para enriquecer su cultura.
Pedro Chimaná, del pueblo Barí, es el productor de un video sobre la comunidad. Recibió todos los equipos, la cámara, la grabadora, los audífonos. “Fuimos a traer los videos, grabamos el sonido, las voces de los personajes”. El video fue sobre la pesca. Pedro se ha convertido en un comunicador indígena líder.
La biblioteca estableció un vínculo con el pueblo Barí para cuidar sus lenguas, su cultura y sus tradiciones, por medio de audios, fotografías, pinturas y sus expresiones artísticas. A Pedro no le importa tener que viajar varios días por río, trochas y carreteras para llegar a Cúcuta a llegar a la biblioteca y trabajar en los proyectos.
La unión cultural del departamento ha llevado a conquistar una identidad perdida, siendo la brújula de la sociedad a reencontrarse nuevamente con sus raíces.
Por: Sergio Luna, Martha Posada, Olney Fernández, Paola Sarabia, Pedro Chimaná y Edison Gutierrez