Para nadie es un secreto que uno de los grandes negocios que se van a llevar a cabo en el segundo periodo de Santos será lo de la infraestructura vial, porque si en el anterior mandato se invirtieron $17 billones, en este serán cerca de $50 billones, suma esta nada despreciable para un súper empresario de las finanzas como Luis Carlos Sarmiento, quien no solo es el hombre más rico del país, sino que ahora, por cuenta de sus contactos en el gobierno con los superministros Germán Vargas y Néstor Humberto Martínez, queda convertido en el hombre más poderoso del país, dueño de muchos de los fondos de pensiones, de la banca, de las mega empresas de construcción, de los medios de comunicación, para solo hablar de unas pocas cosas y ahora del poder público.
Para no extendernos tanto y centrarnos en lo que se refiere a la altillanura, (uno de los últimos bastiones en los que ha incursionado el poderoso grupo empresarial de LCSA), entre él y el señor William Vélez, tienen concesionadas la vía de Bogotá a Villavicencio (COVIANDES de LCSA) y las vías del Meta, que terminó el año pasado manejando ODINSA (de William Vélez) y que este año pretende ganarse a través de una nueva licitación y de la que parece ser el único proponente.
En ese último punto hay que detenernos y hacer un análisis serio, pues si bien el señor Vélez y el grupo empresarial que maneja, tienen toda la experiencia para presentarse en la licitación y ganarla, el único que le puede hacer competencia es COVIANDES del empresario LCSA.
Pues bien, no hace falta ser muy sabio para deducir que en la propuesta que ODINSA le hace al gobierno, en donde propone arreglar todas las vías que dañó el petróleo en Villavicencio, se incluya también la pavimentación de la vía que desde Puerto Gaitán conduce a San Pedro de Arimena (79 Km), justo el sitio desde donde opera la finca del grupo empresarial PAJONALES, ¿Adivinan de quién?
Podríamos casi deducir que en este acuerdo casi tácito, del que no debe haber acta alguna, ODINSA se compromete a pavimentarle la vía de acceso al señor Angulo y el otro no se presenta a la licitación y si lo hace lo haría con una “perdedora”.
Finalmente al gobierno eso no le interesa, pues esta nueva concesión se hará bajo el nuevo esquema impuesto por la ley 1508 de 2012 de Alianzas Público Privadas o APP, en la que el estado no aporta un solo peso y la obra terminará siendo financiada con los peajes que los habitantes de los pueblos del Meta (a los que en nada beneficia esta concesión) pagan a diario y que pagarán por los próximos treinta años.
Con lo que no contaba este grupo económico, es que algunos habitantes, de Acacias principalmente, notaron esta injusticia y pegaron el grito al cielo pidiendo un trato preferencial y equitativo, haciendo que esta APP, que sería una de las primeras en firmarse en Colombia, esté estancada por cuenta de esa oposición.
Y los Acacireños piden que sea equitativo pues este municipio está aportando a la economía del país cerca del 30% del total del petróleo de Colombia y es uno de los mayores productores de palma de aceite, entre otros renglones de la economía y aun así sus habitantes pagan en el peaje a Villavicencio en promedio cerca de $400 por kilómetro recorrido, mientras que trayectos como el de Bogotá a Santa Marta apenas rodean los $80 y el tramo entre Bogotá y Buenaventura (atravesando tres cordilleras) tan solo paga $220, es decir casi la mitad.
Por esta razón en Acacias se instaló una valla en la que se saludaba al turista y a todo el que llegase al pueblo con un letrero que decía: “Bienvenido a Acacias, la ciudad con el peaje más caro del mundo”
Adicionalmente a las vías del Meta, hay que recordar que el señor Sarmiento Angulo fue favorecido en el Gobierno de Álvaro Uribe con la ampliación por otros 16 años de la concesión de la vía a Bogotá con una truculenta, absurda y hasta cruel maniobra financiera que le permite seguir cobrando los peajes más caros del país, haciendo que el turismo de ocho millones de habitantes que Villavicencio tiene a menos de noventa kilómetros, no llegue de la forma como debería llegar a los llanos orientales.
Por eso la noticia de que el Ministro Germán Vargas (sinónimo de eficiencia en lo que se propone) va a encargarse de reestructurar toda esta hecatombe que por años ha significado la infraestructura vial, no deja de ser una buena noticia para el país y más aún si se cuentan con los recursos y las fuentes de financiación.
Esto, con seguridad, será una fuente de inmensa generación de empleo de calidad, más cuando se avizora un posconflicto que debe reintegrar a muchos de los actores armados de los grupos al margen de la ley.Lo que si resulta ser una pésima noticia para el llano, es que justo el hombre que nos tiene pagando unos peajes tan caros a Bogotá, por cuenta de una truculenta maniobra financiera, ahora tenga dentro del propio gobierno al señor Néstor Humberto Martínez que con seguridad ayudo a hacer esa maniobra.
No cabe duda que esta es una pelea en condiciones de desventaja para los habitantes de Acacias y los demás municipios del Meta, pero hay que advertir que desde ya se está incubando otro de los muchos problemas de orden público que, de no resolverse por la vía del dialogo, con seguridad detonará más temprano que tarde si esta inquietud no llega pronto a oídos de los superministros y le paran bolas al asunto.
Este pasado sábado 23 de Agosto se llevó a cabo en la vía un nuevo trancón, de los muchos que pacíficamente se han hecho, para protestar por este peaje tan costoso que a todas luces beneficia a los más ricos y poderosos para arreglar unas vías que el petróleo dañó y para la que ese mismo petróleo no aporta tampoco nada y el cual, obviamente, terminó siendo atendido por el ESMAD y no por unos interlocutores legales que es a lo que aspiran los acacireños.
Con seguridad esto no terminará ahí. Esperemos que pasará con David y Goliat.
