De Álvaro Guillermo Rendón López se puede decir que conoce bien a Bogotá, pero poco o nada a Medellín, así como del proceso histórico de Hidroituango. Además, las malas lenguas comentan que representa a una nueva generación de corruptos, a los que busca mantener a salvo y que por esa razón ha llevado alcalde Quintero Calle a una batalla jurídica con el consorcio constructor, liderado por la indecente Camargo Correa, sin medir las consecuencias de tal acción judicial. Todo, al parecer, para desviar la atención de los ciudadanos que están esperando que se sancione ejemplarmente a los responsables del desastre de la más llamativa intención hidroeléctrica del país.
Tal parece que el juego consiste en que EPM presenta una demanda en su doble condición de socio de Hidroituango S.A. y de contratista a la vez ante los jueces administrativos. El subcontratista, en cabeza del consorcio Camargo Correa S.A., Conconcreto S.A. y Coninsa Ramón H. S.A., por su parte contraataca solicitando la convocatoria de un tribunal de arbitramento internacional para resolver el conflicto, usando el argumento que este procedimiento está pactado en el contrato.
Esto parece ser un asunto de locos, la Sociedad Hidroituango S.A. E.S.P., dueña del proyecto hidroeléctrico y primera responsable del descalabro técnico, económico, financiero, ambiental y del desencadenamiento de todos los actos de corrupción, por orden del gobernador Luis Pérez Gutiérrez estuvo promoviendo una demanda contra Empresas Públicas de Medellín por el incumplimiento del contrato BOOMT, el cual, a nuestro entender, no tiene ningún valor jurídico por ser el producto de una vía de hecho. Asunto que desarrollaremos con mayor profundidad en los próximos artículos.
Para hacer un poco más comprensible el enmarañado asunto jurídico en el que metieron a EPM, partiremos de la relación lógica que existe siempre entre causa y efecto, con la idea de afirmar que el proyecto Hidroitunago tiene un efecto de origen, en razón a que las reglas de juego fueron cambiadas sin la existencia de una tesis que la justificara. En el 2009, por ejemplo, se adelantó un proceso de búsqueda de un socio internacional que tuviera la capacidad técnica, financiera y la experiencia suficiente para sacar adelante una obra de las características de la Hidroeléctrica de Pescadero Ituango.
Siendo así como se convocó una licitación internacional, pero, extrañamente, después de terminada la etapa de precalificación de los participantes, en junio de 2010 la Junta Directiva de Hidroituango decidió suspender el proceso de manera unilateral y sin previo aviso descartó, ilegalmente a los participantes interesados en la licitación:
- China Three Gorges Crporatón de China.
- El Consorcio KEPCO, integrado Korea Electric Power Corporatión: Korea HyDro & Nuclear power Co.; Pasco Ingenieros & Construction;
- Lotte Ingenieros & Construction, SK Engeerig & constrution Daewo Ingeneering Company de Corea.
- Construcoes e Comercio Camargo Correa S.A de Brasil.
- Central Eléctreica Brasilera S.A. Electrobras de Brasil.
- Constructora Norberto Odebrecht S.A de Brasil.
- Constructora Andrade Gutiérrez S.A. de Brasil.
- Empresas Públicas de Medellín.
Los entes de control incluyendo, desde luego, a la Fiscalía, no han tratado este asunto a profundidad siendo la pieza más clave para resolver todo el entramado de corrupción que ha rodeado el proceso de adjudicación y desarrollo del proyecto. Nos referimos al posible acuerdo que existió para suspender la subasta y buscar una contratación directa. En la puja internacional convocada en el año 2009, participaron Odebrecht, Camargo Correa y EPM, entidades que estaban muy por debajo en el lleno de los requisitos que reunían las otras firmas, en experiencia y musculo financiero, especialmente China Three Gorges Crporatón de China, famosa por haber construido la presa más grande del mundo conocida como las tres gargantas y el Consorcio Coreano.
Antes de emprender cualquier proceso judicial, se debió orientar el trabajo a determinar si la suspensión de la subasta se dio para poderle garantizar a las corruptas Odebrecht y Camargo Correa, que en un segundo momento se quedaran con la licitación. El fiscal Néstor Humberto Martínez, en mayo de 2018 en declaraciones a la prensa, le lavó la cara a Odebrecht, diciendo que nada tuvo que ver en el asunto.
Para probar esta tesis tomaremos como hilo conductor la seguidilla de hechos que se presentaron después que fuera suspendida la licitación internacional: el 27 octubre de 2010, por ejemplo, los socios convocaron a una asamblea de accionistas para escindir una porción del patrimonio de sociedad Hidroituango S.A. ESP, con el fin de destinarlo a la creación de una empresa de servicios públicos que denominaron EPM Ituango, sin que mediara autorización de la Asamblea Departamental de Antioquia y del Concejo de Medellín, como tenía que ser por exigencia expresa de la constitución y la ley. Esperen el próximo artículo.