Tenemos hasta el presidente de una potencia mundial dedicado a hablar y difundir basura. Veamos a Trump y la pandemia: “Lo tenemos bajo control. Va a estar bien” (22 de enero), “Parece que por abril, ya sabes, en teoría, cuando se calienta un poco, desaparece milagrosamente” (10 de febrero) y “Creo que toda la situación comenzará a funcionar. Estamos muy cerca de una vacuna” (24 de febrero).
Pero lleguemos a Colombia. Aquí no se sabe quién desarrolla y hace más eco de la basura. Si sectores de derecha o de izquierda. Miremos solo los últimos meses. Colombia fue declarada como el nuevo foco de la pandemia en Sudamérica: basura; Duque es sobrino del jefe paramilitar Ernesto Báez: basura; el presidente habría informado el cobro de peajes a motos en todo el país: basura; María Fernanda Cabal dijo que su familia inventó la panela y que los campesinos les robaron la fórmula: basura; Duque vendió más del 67 por ciento del oro de Colombia: basura; la Policía dijo “solo en el CAI Villa Luz los daños ascienden a 1600 millones”: basura; María Cecilia Botero dijo “Uribe solo quiere que los pobres se masacren entre sí”: basura; The Lancet dijo que Colombia es uno de los países que peor trató la pandemia: basura; Carlos Holmes Trujillo prohibió la protesta: basura.
Ahora miremos el otro lado. La OMS felicitó a Duque por el manejo de la pandemia: basura; el magistrado Reyes (el del caso Uribe) es familiar de alias Raúl Reyes: basura; las Farc le pagaron su educación a Claudia López: basura; Santos está detrás de las protestas: basura; en Risaralda hay Farc: basura. Eso pues sin olvidar toda la basura de la campaña del no en el plebiscito.
Así pues, es curioso que cuando un lado descubre las mentiras del otro lo califica de basura; pero cuando difunde las propias se “bestializa” sí se lo dicen: ¡no señor, a la basura, por su nombre!, ¡venga del lado que venga! Es muy bueno que antes de propagar basura nos demos una vuelta por Colombia Check, el detector de mentiras de la Silla Vacía, entre otros.
Hay documentales sobre este tema y su peligro. Facebook y Twitter han creado a cada usuario un mundo del autoelogio y del “tenemos la razón”, que hace casi imposible ver las publicaciones de “los otros”. Camino peligroso el cual olvidan que todos somos “el otro” de casi todo el resto de la humanidad. Sugiero El dilema de las redes sociales (1) y Nada es privado (2).
Tengo dos cibercercanos (las personas que contactas por la red), el uno verde y el otro ¿anarquista?, y dos cercanos-físicos (los que tratas en carne y hueso) del CD, a todos los respeto, aprecio y valoro, pero no sé cuál le gana al otro en difundir basura. Necesitamos 1. Leer la noticia entera, no solo el titular, 2. Averiguar la fuente, 3. Buscar el titular en Google, 4. Confirmar los datos que se citan, 5. Verificar el contexto, 6. Preguntar a quien te mandó la noticia de quién la recibió, 7 … 8… 9. Pensar (3) de resto, posiblemente estés sirviendo a la basura.
(1) The Social Dilemma | Official Trailer | Netflix
(2) Nada es privado | Tráiler oficial | Netflix
(3) Guía básica para identificar noticias falsas (antes de mandarlas a tus grupos de WhatsApp)